El taller de Punta Arenas

La crónica como la gran invitada de nueve periodistas que nos enclaustramos tres fines de semanas, de mayo hasta junio. Y todo en una casa verde de la calle Independencia, con un gato negro, grande y felpudo llamado Milico, que pronto cumplirá 10 años y que le gusta la centolla. 

Allí estarán las periodistas Jeannette Antonin, Patricia Cárdenas, Elia Simeone y Claudia Espinoza. Los periodistas Jaime Almonacid, Rolando Martínez, Roberto Hofer y Cristián Morales. Todos integrantes del regional Magallanes del Colegio de Periodistas. Algunos con libros publicados y/o proyectos de publicaciones. Todas y todos magallánicos o chumangos. 

Un taller, requiere construir un ambiente de confianza para que puedan ocurrir lecturas y opiniones en entera libertad y disposición a compartir borradores. En este, ese clima propicio se instaló muy temprano, casi en las primeras horas. Compartir lecturas y escrituras, creaciones logradas e intentos será siempre rozar lo privado e íntimo. Porque las palabras siempre nos revelan y exhiben y cuando aparentemente nos ocultan, parece que también nos develan.                          

La región de Magallanes se apronta a vivir conmemoraciones que la trascienden, pero que la sitúan como faro. Los 500 años de la navegación y descubrimiento del Estrecho para los anales europeos. Que se continúan muy luego con los 200 años de exploración antártica.

Y estos ocho talleristas preparan sus plumas para estar presentes en esos próximos acontecimientos y en tanto, continuar en la cotidianeidad de los contrastes de la Patagonia, sitio de migraciones y de memorias dolorosas como el genocidio a sus pueblos originarios, hasta el presente con turismos tan exclusivos como el avistamiento de cetáceos marinos y un Parque único llamado “Francisco Coloane”. 

Punta Arenas es una ciudad de mezclas y contrastes. Lo croata puede ser también yugolote, por el mestizaje con lo chilote me ha dicho un amigo. Los esquivos y exclusivos chocolates norweisser próximos al Estrecho y la ocupación de terrenos en la Población Silva Henríquez autodenominada Villa Etnias Unidas por los orígenes de sus habitantes en medio de lomajes y vegas. Además de las permanentes tensiones entre las faenas extractivistas y el valor patrimonial y ecológico de ese territorio. 

En el taller el programa acordado es actualizar el canon, conocer los autores del presente para revelar sus dispositivos y herramientas desde este género que reafirma la subjetividad del observador y que logra atrapar lecturas. En realidad, el taller ha comenzado un mes antes con las bibliografías de Angenot y Maturana, Caparrós y Villoro, Guerriero y Lemebel, Martí y Coloane y una larga cola de páginas. 

Y como en toda escuela de palabras, no puede haber otra prueba que los textos finales. El cine de antaño en la crónica “Cinema: El código Mattioni”, contando a un pionero en los tiempos en que las grandes cadenas no existían y “Allá en el rancho grande” era la gran taquilla en Puerto Natales.

O el vía crucis de una mezcla de un día muy negro y reiteradas negligencias y desatenciones médicas.

O la otra crónica que anuncia: "Nunca fui rosada" escaneando al machismo y resignificando el gusto por los rallys con un bólido pintado de rosa. 

Todos los temas importan. El propósito de una descendiente yagan por rescatar el lenguaje desde los parvulitos y rechazar la idea machacona de la reiterada extinción.

O el desafío de ser ciudad sustentable y a escala humana de Puerto Williams, propósito de un experimentado reportero. O los viajes de dos cronistas: uno a República Dominicana en una iniciática arrancada con su madre. Y de un segundo que viaja a estudiar a Nicaragua con la esperanza de la Revolución de los comandantes y se estrella con la decadencia y la traición a Sandino y su ideario.

O el testimonio de la prisión política inmediata al golpe, de quien fue una chiquilla amaranta. 

Y cómo de intercambios se trata, vuelvo cargado de poesía. Reconstruyendo el periplo de Aristóteles España conversando con Baldovino Gómez y otros. En las alforjas se asoma el libraco de Bascopé o los comics de Juan Carlos Muñoz Alegría. O los relatos de Anelio Aguayo.

Y nuevamente me sorprende la versión nacional de la Feria Escolar Antártica del INACH. Además de otras joyitas de libros del escritor Oscar Barrientos. Sumado, a que en estos febriles días también conozco varias radios y a UMAG-TV. 

Los ocho dijeron que el taller no se desarmaría. Los ocho expresaron que publicarían. El cordero y los mostos compartidos al cierre fueron testigos de esas voluntades. Todo ocurre en esos días cortos y de rojos amaneceres del Estrecho. 

Y como en todo viaje, no puede faltar el dolorcito de guata en mi caso es una atención de SKY. Mi reserva es la YWLREK y no soy preferente, de ningún banco y por eso hago la cola. La maleta con la que he viajado en esta línea hace tres días, esta vez pagará 25.000 por el alto de la manilla. Defiendo mis derechos, pero nada. Es el todo incluido de las tarifas Plus y Full.  

La lección más esencial es que ignoramos lo que sucede en las regiones desde el ombligo santiaguino. Desconocemos cuanto y como se crea en ese y otros territorios. 

Al cierre, lo mejor para los ocho, que seguirán contando esas tierras australes. 

Desde Facebook:

Guía de uso: Este es un espacio de libertad y por ello te pedimos aprovecharlo, para que tu opinión forme parte del debate público que día a día se da en la red. Esperamos que tus comentarios se den en un ánimo de sana convivencia y respeto, y nos reservamos el derecho de eliminar el contenido que consideremos no apropiado