El mejor en tres torneos

Después de ganar 2-1 el partido ,en dramática definición a penales, y ante el frenético aplauso de 40 mil hinchas, la “U” derrotó a O’Higgins y ganó el tercer torneo consecutivo del fútbol profesional, igualando la hazaña conseguida antes por Magallanes y Colo Colo.Los dirigentes prometieron alcanzar una cuarta corona.

Toda una serie de imponderables ocurridos en el encuentro, le otorgaron un dramatismo inusual a la final del torneo de Apertura 2012, que se definió por tercera vez consecutiva a favor de Universidad de Chile, ante distintos rivales. En esta ocasión, fue O’Higgins, el elenco sorpresa, quien jugó un torneo sólo opacado por los azules y que en esta final se pudo haber coronado por primera vez en su historia y el resultado habría sido igualmente merecido.

Veamos la lista de imponderables que ocurrieron en esta final.

Dominio azul.

Durante los 93 minutos jugados Universidad de Chile fue claro dominador del partido que ganó 2-1 y debió definir a penales, ya que había perdido por igual marcador en Rancagua, el jueves pasado.

O’Higgins, que había logrado el triunfo en su casa, gracias a su excelente defensa utilizó el mismo esquema en el Estadio Nacional. Bien ubicada y con el excelente aporte y tranquilidad del arquero Marín, contuvo la débil ofensiva azul como también los adelantamientos de Mena y Rodríguez, muy bien marcados por Pedro Luis Figueroa, el mejor jugador de su equipo y de Sagredo.

El gol de O’Higgins, vía penal, a los 29 minutos, facilitó la faena de los rancagüinos, que mezquinaron los ataques y sólo buscaron los contraataques. La “U” siguió dominando hasta el final, pero a partir de ese instante, en forma desordenada, porque sus jugadores se enardecieron por el penal, que consideraron injusto, y su accionar fue inferior, olvidándose del sentido colectivo, base de su campaña.

El árbitro Enrique Osses.

Es el mejor árbitro chileno y uno de los mejores de Sudamérica. La Conmenbol lo eligió para dirigir la primera final de la Copa Libertadores en Buenos Aires, entre Boca Juniors y Corinthians.

Antes que se supiera que iba a ser el árbitro de este partido, Ricardo Abumohor, Presidente de O’Higgins lo vetó, en una típica y vieja jugada en estas lides, muy similar como el cuestionamiento que le hizo el capitán de Boca Juniors, Juan Riquelme, después del empate en Buenos Aires. Declaraciones que buscan presionar a los jueces. Y Osses fue designado, dañando su campaña.

Abumohor le imputaba que en 11 partidos que le había arbitrado a la “U”, los azules los habían ganado todos.

Un puntapié que le dio en la cabeza Barroso a Henríquez a los 3 minutos de iniciado el encuentro, que le hizo sangrar la nariz y la frente, no le mostró amarilla al rancagüino, que merecía incluso una roja. No se atrevió. No tuvo dudas a los 28 minutos, para sancionar penal cuando un cabezazo de Rojas dio el balón en un brazo de Díaz, cuando giraba después de saltar para despejar, quien además se llevó amarilla, al igual que Herrera, por protestar.

A los 63 cometió un nuevo error al castigar ahora a O’Higgins con penal por un choque de Marino y López en el área y que significó el empate de la “U” anotado por Aranguiz. Ya a los 47 minutos había expulsado al DT azul Sampaoli por protestar en mala forma. Lo que compensó a los 60 al expulsar, por el mismo motivo, al DT de O’Higgins, Berizzo.

A los 82 expulsó tras un incidente a José Rojas de la “U” y a Barroso de O’Higgins, salvando a Opazo, iniciador del incidente. Al terminar el partido, cada equipo tenía 4 tarjetas amarillas y una roja. Un arbitraje no esperado. Y para culminar sus desaciertos, dio cinco minutos extras, que los finalizó cuando habían transcurrido 3 y la “U” se había puesto en ventaja y atacaba.

El ataque azul.

La exigua diferencia, se produjo, además de la excelente defensa rancagüina, a causa del deficiente ataque azul. Si los veedores del Bayer Leverkusen, hubiesen visto este partido no habrían contratado a Junior Fernandes. Nunca eludió a su defensor y el 90% de sus pases, llegaron a los pies o cuerpo del rival. Una sola vez, uno de sus disparos- apenas lo hizo en tres ocasiones- lo recibió Marín.

Por su parte, Henríquez, disminuido después del puntapié, nunca pudo superar a su defensa y su reemplazo por Rui Díaz, debió haberse hecho en el medio tiempo. Por último, Lorenzetti saliendo de una lesión no tuvo fuerzas para atacar y menos para defender. Su reemplazo por Gallegos, debió llegar mucho antes y no casi al terminar el partido.

Lo mismo el cambio de Cereceda por Matías Rodríguez. Y Marino debió haber sido utilizado más por sus compañeros. Era el único capaz de driblear y disparar al arco.

Afortunadamente para su equipo, un centro de Cereceda con la derecha lo empalmó de volea en una media tijera, sorprendiendo a Marín, en el tercer minuto adicional, que significó el gol del triunfo y la opción de definir a penales.

La tanda de penales.

Es sabido que Herrera ha tenido aciertos en los penales, pero muy pocos pensaban que podría atajar o evitar tres de los cinco. El escenario, opción de quedarse por primera vez en su historia con el título, abrumó a los jugadores rancagüinos. Herrera le atajó a Rojas tirándose al lado izquierdo y a Opazo al lado derecho y desvió al palo el que ejecutó a ese mismo costado, el goleador del torneo, Enzo Gutiérrez. Y Suárez envió el balón por arriba del horizontal. O’Higgins no anotó ninguno, porque Aránguiz y Rui Díaz habían tenido éxito.

No había necesidad de un quinto disparo. Herrera fue el héroe para la “U”, pero los jugadores de Rancagua deben iniciar desde hoy la tarea de disparar diariamente cada uno 50 penales.

La Copa y medallas.

Los 40 mil hinchas de la “U”, disfrutaron con el triunfo y se quedaron para la vuelta olímpica de sus jugadores y la entrega de la Copa y medallas a sus jugadores, en una ceremonia fría, con un estrado de circo y sin mayor solemnidad.

Los hinchas habían recibido con el lanzamiento de miles de globos azules y algunos petardos al equipo antes de comenzar el partido.

No recibieron Copa y medallas los jugadores de O’Higgins, que merecían el aplauso de sus 4 mil hinchas que llegaron al Estadio en caravana de buses.

La tarea de ganar un cuarto título se divisa complicada para los azules, por la pérdida de valores importantes, los que tendrá que suplir de inmediato para afrontar los torneos nacionales e internacionales que se le avecinan.

La tarea será similar en O’Higgins, quien ya acreditó méritos para entreverarse entre los mejores, lo que es bueno para el fútbol nacional.

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