Más oportunidades, menos “ninis”

El último informe de la OCDE es claro, en cuatro años Chile logró una baja casi del 5% en la cifra de jóvenes que ni estudian ni trabajan, los que la prensa llama “Nini”. Hoy la tasa es de 18,8%, lejos del 23, 6% del año 2009.

Una noticia positiva y que nos debe alegrar, aunque algunos medios se centraron en ver el lado negativo de la información e incluso un portal aseguró en su titular que “Chile era el país más nini de la OCDE”, pero la realidad es otra.

Chile aparece en el lugar número 30 dentro de las 35 naciones miembros de la OCDE, donde junto con México somos las únicas naciones latinoamericanas. Nuestro país muestra mejores indicadores que Turquía, Grecia, Italia, España y México. Además, es uno de los dos países que aumentó la tasa de trabajo juvenil en los últimos años.

Es preocupante que el 74% de los jóvenes que no estudia ni trabaja sean mujeres, de ellas un 67% son madres adolescentes, quienes deben asumir el cuidado de los niños y dedicarse a las múltiples labores de la casa que no son remuneradas, lo que deriva en que tampoco pueden completar sus estudios ni insertarse en el mercado laboral.

Ahora bien, la baja porcentual de jóvenes que no estudian ni trabajan no es casualidad, es el resultado de un trabajo constante de nuestro Gobierno por ofrecer mejores y más oportunidades a los jóvenes, porque nadie se queda en su casa sin estudiar ni trabajar por opción.

Gracias a las reformas en educación ningún chileno con ganas y talento deberá desertar por falta de dinero, ningún chileno o chilena con capacidades deberá renunciar a la posibilidad de desarrollarse porque la plata no le alcanzó para pagar la universidad.

La Presidenta Bachelet promulgó la ley que crea 15 centros de formación técnica, uno en cada región, y que apenas abran sus puertas ayudará a cientos de jóvenes a tener mejores posibilidades para ingresar al mundo laboral.

Porque el trabajo se ha vuelto cada vez más exigente y para ello se deben fijar programas que aborden esta nueva realidad, como el “Bono al Trabajo Joven”, del ministerio del Trabajo, un aporte monetario otorgado por el Estado para mejorar el sueldo de trabajadores entre 18 y 25 años que pertenecen al 40% más vulnerable, ambas iniciativas del ministerio del Trabajo.

Mientras el ministerio de Desarrollo Social, a través del INJUV, entrega apresto laboral a través de la iniciativa “Mi primera pega”, la que consiste en capacitación en cuatro áreas: orientación laboral; construcción de un currículum vitae; cómo preparar y enfrentar una entrevista psicológica y conocer en detalles los test laborales. Herramientas que pueden parecer básicas, pero son de un valor enorme al momento de salir a buscar trabajo.

Estas son sólo unas de las tantas iniciativas que el Gobierno ha desplegado y cuyos frutos han logrado los buenos resultados en la disminución de los “ninis”, cifras que continuarán bajando mientras sigamos ofreciendo oportunidades y continuemos apostando por los jóvenes.

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