Los rusos vuelven a Cuba

Durante más de treinta años fueron “hermanos en la lucha por el internacionalismo proletario”, después vino el divorcio traumático, años de desencuentro y ahora Cuba y Rusia recuperan las excelentes relaciones, la visita de Vladimir Putin a la isla es la plasmación que ambos países tienen el mismo enemigo geopolítico, Estados Unidos.

El primer acercamiento vino en 2008 con la inauguración en La Habana de la Iglesia Ortodoxa Nuestra Señora de Kazán, el acto contó con la presencia del mandatario cubano Raúl Castro, después se repetirían los encuentros de alto nivel.

La visita a Cuba de Vladimir Putin está precedida con la anulación del noventa por ciento de la deuda cubana con la antigua Unión Soviética, que representaba más de 35 mil millones de dólares.

Realmente los soviéticos le condonaron a Cuba las deudas durante casi treinta años de manera consecutiva, hasta que llegó Mijail Gorbachov y rompió la tradición y tan sólo dio una prórroga, eran tiempos de perestroika, “la mujer de otro” como la calificó el líder cubano Fidel Castro.

El gobierno cubano argumentaba que la suma era en rublos convertibles que estaban sobrevalorados y añadía que la isla sufrió fuertes daños en su economía por el colapso soviético. Aquello fue lo que se conoció como el “periodo especial”, un eufemismo de origen militar para calificar una economía de subsistencia, en el mejor de los casos, que probó el heroísmo de un pueblo.

La Duma rusa ratificó esta semana el acuerdo firmado en 2013 por el entonces presidente Dimitri Medvedev: se pone fin a la deuda y el convenio establece que los tres mil millones restantes por pagar se amortizarán durante diez años en inversiones en la economía cubana.

Ambos países se encuentran tan lejos geográficamente y tan cerca estratégicamente.La política internacional de Estados Unidos marca la relación entre ambos. El propio embajador ruso en La Habana, Mijail Kamynin reconoció en mayo pasado que “nuestros países ocupan posiciones semejantes acerca de los temas claves de la palestra internacional”.

Estados Unidos intenta hacer un cerco en torno a Rusia y su área de influencia, con bases de la OTAN, la respuesta de Putin es intensificar la presencia rusa en el patio trasero estadounidense, y la mejor forma de entrar en América Latina es por la puerta de Cuba, que mantiene una situación de influencia regional como nunca antes la ha tenido.

Rusia y Cuba firmaron un convenio para la instalación de una estación de corrección diferencial y monitoreo del sistema de navegación satelital Glonass, que es la contraparte del GPS de Estados Unidos.Rusia planea construir cincuenta bases de este tipo en varios países.

Por su parte Cuba tiene interés en captar inversiones en el campo petrolero, la estatal Cupet tiene acuerdos con las corporaciones Rosneft y Zarubezhnetf para desarrollar proyectos de exploración en alta mar. Hasta el momento todas las exploraciones han sido infructuosas.

La estancia de Putin será de apenas un día, aprovechará para firmar documentos de cooperación económica y según el Kremlin tendrá un encuentro con Fidel Castro.El ex presidente cubano suele recibir a mandatarios aunque no es común que el visitante anuncie la reunión antes de tener el encuentro.

En el año 2000, antes de su primera visita a La Habana, Putin aseguró que “fue un error el enfriamiento” tras la caída de la Unión Soviética.Después del alejamiento experimentado comienza de nuevo la partida de ajedrez.

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