Militares bolivianos en Chile: solución sin problema

Evo Morales reclamó hace pocos días por los militares bolivianos presos en Chile.Insistió que el reclamo se hará en todos los espacios multilaterales, globales, regionales y subregionales posibles dejando la sensación que Chile es un país poco amistoso que trata con desprecio a militares bolivianos que estaban combatiendo el contrabando.

Chile por su parte respondió que el apego a la ley es lo primero y que los tres soldados (todos menores de 20 años) que portaban fusiles entraron a territorio nacional sin permiso y por ende deben seguir el proceso legal correspondiente.

Así, lo que podría haber sido una anécdota de una relación compleja entre dos países se ha convertido en un hecho clave para la retórica boliviana que refuerza la sensación internacional que Chile es un país conflictivo.

¿Por qué no se expulsó rápidamente a los militares, se mostró la sorpresa por el hecho y se dio vuelta a la página?

La única explicación que queda abierta es que exista evidencia que los tres soldados son parte de una asociación ilícita vinculada al narcotráfico, al contrabando de autos o algún otro hecho delictivo. Porque claramente con fusiles no estaban tramando una intervención militar de proporciones. De ser así, la evidencia debería haberse mostrado con rapidez para resolver un problema que más que legal es estratégico.

El Presidente Morales ha puesto con claridad el tema del acceso al mar como uno de los pilares de su gobierno. Este objetivo se vincula con una retórica inflamada contra Chile, las intervenciones históricas y los hechos del presente.

Chile de forma estratégica debería continuar con su interés por conversar con el país vecino, abriendo las puertas para un mayor desarrollo y oportunidades para todos en la región. Ese es su mejor escenario, demostrando preocupación y apoyo para la generación de oportunidades de colaboración regional, dejando de mostrarse como el vecino más fuerte y mejor armado, y principalmente tomando decisiones claras sobre detalles que pueden abrir espacios de conflicto.

En este punto entra la situación de los jóvenes soldados bolivianos. El realismo en política a veces es un buen consejero y por ende ya esto debería ser un tema pasado, una anécdota preocupante pero no medular.

La experiencia ha demostrado que las mejores relaciones vecinales solo traen beneficios para todos, en este caso no será una excepción. Chile puede dar una solución rápida demostrando que no hay problema y que todo lo que queda por avanzar es vía cooperación y desarrollo. De otra forma es muy posible que quede empantanado en un proceso con muy pocas vías de solución aparentes.

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