Ante el debate democrático en marcha

La Gran Logia de Chile reconoce el proceso constitucional que vive el país como un modo democrático de superar la crisis social que vivimos como república. Este proceso ha tenido varias etapas, y surgió del acuerdo mayoritario del país que se pronunció en un acto libre y democrático, de manera plebiscitaria, en la decisión de cambiar la Constitución Política vigente y eligiendo una Convención Constitucional.

Dicha Convención entregó una propuesta de Constitución a la consideración del país, sobre la cual los chilenos nos pronunciaremos el próximo 4 de septiembre. Ello ha permitido un debate que está en desarrollo. Valoramos los debates que tienen el sincero propósito de informar acerca de la propuesta Constitucional, desde las distintas posiciones políticas.

Sin embargo, vemos con preocupación algunos actos o formas de argumentación que se desvían del sentido informativo de esta etapa, generando apreciaciones falsas y promoviendo odiosidades que están fuera del contexto objetivo de los aspectos en debate.

Como institución de la sociedad civil, que trabaja permanentemente por una convivencia basada en principios éticos fundamentales, la Gran Logia de Chile invita a mantener en los cauces y espacios de respeto en cada acto o debate que se realice. Coherente con ello, invitamos a todas las ciudadanas y a todos los ciudadanos a leer detenidamente el texto, para disponer la información directa de lo que el proyecto constitucional nos propone, cotejándolo con aquellas opiniones fundamentadas, que estén asentadas en la razón y en un sincero aporte al debate democrático.

Sólo la información y el conocimiento nos darán seguridad acerca de lo que será mejor para el futuro de nuestro país y sus gentes en las próximas décadas. Como consecuencia de ese proceso de conocimiento y debate, nos corresponde a todos los ciudadanos, participar en plebiscito al cual hemos sido convocados, en la convicción que sólo la participación mayoritaria de los electores legitimará la decisión soberana del país.

El 4 de septiembre habrá un resultado de esa decisión, que debe ser respetado por todos, y corresponderá seguir los procesos que del resultado se desprenda, siempre tras el propósito que todos los ciudadanos esperamos: que la Constitución sea un contrato social que nos una y nos entregue el basamento institucional para avanzar hacia el progreso y la justicia social.

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