Aylwin, el adiós a un estadista

Sergio Velasco
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La Corporación Cardenal del Pueblo y Ediciones Copygraph, asumieron la  feliz iniciativa de recopilar todos los discursos, que se llevaron a cabo durante los funerales de Estado, al despedir en su última morada al ex presidente de la República don Patricio Aylwin Azocar.

PensarChile de San Antonio, lanza este libro histórico, como un homenaje justo  el 26 de noviembre, el día de su natalicio (98 años), toda una vida al servicio público, como un destacado tributo de cualidades reconocidas por moros y cristianos.

Seguirán apareciendo nuevos textos sobre la obra de  don Patricio, que iluminarán a las nuevas generaciones, habrá en ellos una  regla común en la que estaremos de acuerdo, fue un político probo, que siempre supo diferenciar la política con el dinero.

Tres hitos marcan su rol como un temprano líder en el devenir histórico de la nación.

Fue un fuerte gestor de la Reforma Agraria, junto al vicepresidente de CORA, Rafael Moreno, logrando la aprobación del art. 10 número 10 de la Constitución que modifica el derecho de propiedad, paso inicial para realizar la mayor transformación social en el campo  chileno.

Formó  junto a otros destacados constitucionalistas, el Grupo de los 24, en plena Dictadura Militar, oponiéndose tenazmente a la espuria constitución del 80 que impulsó  Pinochet, bajo la inspiración de su mentor Jaime Guzmán.

Encabeza la gesta histórica, casi una epopeya espartana, del triunfo del “NO”,  fue el principio del fin de la Dictadura. Al año siguiente en su calidad de Mandatario, con una audacia increíble, haciendo honor a su palabra, crea la Comisión Retting, para dar inicio a los proceso de justicia y reparación para los miles de detenidos y desaparecidos.

La llegada de don Patricio a la Moneda, no estuvo exenta de sobresaltos y grandes dificultades para gobernar. Al comenzar una nueva etapa en nuestra frágil recién recuperada democracia, tres intentos de rebelión militar intentaron desestabilizarla, pero los enfrentó con valentía y decisión.

Los caras pintadas, dirigidos tras las sombras, por el comandante en jefe Pinochet, que no aceptaba subordinarse a la autoridad civil, añorando recuperar el poder omnímodo que le otorgaban las armas. Fue una lucha permanente que sorteó con la habilidad propia de su carácter.

El Adiós a un Estadista, es un libro, que refleja en sus páginas,  los testimonios entregados, por los más connotados líderes políticos, religiosos y sociales. Todos reconocen hidalgamente que fue el hombre “preciso” para una transición, después de largos 17 años de oprobiosa dictadura.

Su sabiduría condujo a una salida pacífica, para realizar las transformaciones y reformas que el país necesitaba con urgencia, por las enormes desigualdades y pobreza extrema que el pueblo soportaba estoicamente

Hoy más que nunca, un dirigente como don Patricio, hace mucha falta, para no seguir cayendo en este laberinto de corrupción  y degradación de la función pública.

Nada más frustrante para los chilenos es perder la esperanza, en sus líderes y en sus instituciones, hoy todo se cuestiona, por la incredulidad en las personas, tanto en el sector estatal como privado.

Mantener lo que con tanto esfuerzo, logramos para volver a ser  libres, sin duda es tarea de todos y de todas. Este gran hombre que homenajeamos, estaría trabajando, en un gran movimiento nacional, por recuperar la decencia y probidad en el manejo y administración de los recursos de los chilenos.

Comparto las palabras de la senadora Carolina Goic. “ Es el momento, con humildad , humanista y cristiana de pedir Perdón, al pueblo de Chile , para que “nunca más” la política sea degradada, a tal punto que deje de ser una actividad  digna, donde la ética y la moral , sean el norte , que nos guíe.

Quienes pretendan arrogarse la insensatez  de destruir todo lo que costó reencontrarse con un país democrático, cometen un craso error, que será castigado una vez más con el repudio masivo en las urnas.

La sabiduría popular sabe enrostrar su enojo especialmente cuando tratan de burlarse de sus  legítimos  derechos, “Aprendan de don Patricio” gritaba la gente al paso del cortejo  fúnebre.

Así don Patricio Aylwin Azocar, podrá descansar en paz. 

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