Aylwin, el hombre de la transición

Sergio Velasco
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Su figura se acrecienta a medida que pasan los años. Un político que fue capaz junto a otros, encabezar la mayor aventura electoral del siglo XX  permitiéndole al país, definir soberanamente su destino.

La   dictadura, nos tenía acorralado, el  resultado plebiscitario en las urnas eran imprevisibles,toda vez que las fuerzas obscuras del régimen militar, manejaban a las Fuerzas Armadas a su total arbitrio, el aparataje gubernamental intervenía descaradamente.

Aunque algunas encuestas serias daban una leve ventaja a la opción No, nada se podía dar por concluido, ya que era poco probable que el usurpador reconociera los resultados, como lo intentó hacer sin éxito al no contar con el apoyo de los otros miembros de la Junta Militar.

El pueblo aterrorizado por los organismos de represión del Estado, permanecía hasta el último día indeciso, la ola de crímenes cometidos por los agente de la Dina, intimidaban hasta los más acérrimos opositores. Muchos de los que lucharon por el retorno a la democracia representativa  quedaron en el camino, y sin retorno.

Ningún  ejército dominante de su propio país admite ser derrotado, menos con un lápiz y una simple rayita, los resultados fueron  humillante para los golpistas. El triunfo del Arcoíris  fue aplastante. Chile comienza a recuperar su dignidad Se abre una esperanza en días mejores.

La gesta heroica del pueblo fue una lección para el mundo entero. No se derramó una sola gota de sangre, como a diario estábamos acostumbrados, por el contrario, sobre siete millones de votantes ejercieron su derecho a elegir  libremente a sus autoridades.

El Congreso Nacional clausurado, abre de par en par sus puertas, para recibir al reciente Presidente electo don Patricio Aylwin. Jura en una histórica y tensa ceremonia, inolvidable, de emotivo sentimiento republicano. Un merecido  homenaje a tantos  que sufrieron y desaparecieron, durante la feroz dictadura cívico-militar.

La tarea inmediata era hacerse cargo del  gobierno de manos del Dictador el que ejerció el poder absoluto. Pinochet, se mantuvo como Comandante en Jefe, para obstaculizar el retorno  a la normalidad constitucional, aunque esa Constitución fue  un texto hecho a la medida del gobernante, que pretendía quedarse “in eternum” 

La ardua tarea que tuvo que enfrentar la Concertación, no fue nada de fácil, para el recién instalado en una desmantelada casa presidencial: los antiguos moradores se llevaron todo, como viles delincuentes que arrancan, La  Moneda, era un páramo, había que reconstruirla desde sus cimentos.

Quien diga o piense lo contrario está en un profundo error. Recomponer al país dividido en dos partes, es la gran misión que llevó a cabo Aylwin, devolver la democracia, fue un objetivo esencial, sostenerla un esfuerzo gigantesco, que estuvo permanentemente plagada amenazas, por autores intelectuales y hechores materiales, cómplices de múltiples atrocidades cometidas al amparo de un Estado, corrupto y opresor. 

Patricio Aylwin (1990-1994) gobernó un corto periodo de cuatro años. Insuficiente para lograr la reconciliación nacional. Recibió una nación presa por el horror y terror militar, desvalijado de sus riquezas básicas, las que fueron a parar a manos de inescrupulosos empresarios los que arruinaron   el aparato productivo de la nación.

Tuvo que enfrentarse por un lado a las legítimas demandas de justicia que exigían  los familiares de las víctimas de violaciones a los derechos humanos. Para ello formó la Comisión  Retting, cuyos resultados lapidarios, causaron lágrimas al darlos a conocer, solicitando ¡Perdón! en nombre de Chile, por los asesinatos cometidos.

La falta de trabajo, educación, salud y vivienda, tenían y debían resolverse. Si no la explosión social seria insostenible. Una rápida ley de reforma tributaria, logró los recursos para paliar en parte las demandas de la gente.

Como si fuera poco, el fantasma de un nuevo Golpe estaba latente, las Fuerzas Armadas, después de mandar por diecisiete años, no se quedarían tranquilas.Permanecían al acecho para dar el zarpazo, no aceptaban supeditarse a la autoridad civil. Nunca entendieron que se requería de un cambio.

La débil democracia estaba en peligro permanente. En mi primera reunión con el Presidente en la Moneda, frente a los demás colegas parlamentarios, le informé y entregué copias de los cheques que el ejército le pagó al hijo del dictador. Los famosos Pinocheques,que lo involucraban a él y a su familia, fue  la punta del Iceberg que abre una caja de pandora culminando con las cuentas secretas en los Bancos Ringgs, descubiertas después de su detención en Londres.

Había que detener todos  los intentos de Golpe, ejercicios de enlace, caras pintadas, movimientos de tropas, e insubordinación. La denuncia surtió el efecto esperado, el Capitán General y sus secuaces se mantuvieron a raya, en sus abyectos propósitos. El pánico cundió entre los oficiales involucrados, amainando sus deseos de volver al pasado.

Aylwin pronto a cumplir 98 años, nos deja su legado  invaluable, por siempre y para siempre.

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