Congreso poco eficiente

Mucho se critica la actividad que realiza el Congreso Nacional. Se ha generalizado la idea de que se trabaja poco y se gana mucho. 

La principal función para la que son elegidos es legislar, aún cuando también realizan otras labores como la de fiscalizar. Sin embargo, lo que molesta al país es como se dilatan la aprobación de leyes de gran relevancia para la población, muchas de las cuales son sometidas a largas discusiones no siempre pensando en las necesidades de la gente, sino enfocadas más en visiones ideológicas.

Sin embargo, existen también   otras leyes que contando con bastante consenso, igual se dilatan en su aprobación. 

Quisimos revisar la producción del congreso desde el 2010 hasta el 2018.

En el periodo legislativo que fue del 12 de marzo del 2014 al 10 de marzo del 2018, se presentaron al Congreso 2.354 iniciativas de ley y se aprobaron en el mismo periodo 421, esto equivale a un 18% de resultado. 

Si tomamos ahora entre el 2010 y todo el 2014 nos indica que ingresaron  2.942 proyectos de ley y 489 fueron promulgados. Esto implica un 17%. 

Es también cierto, que las cifras son muy frías porque no todas las leyes son iguales. Hay algunas de fácil trámite y otras por su complejidad requieren de mayor tiempo. También en estas cifras hay proyectos que se presentan antes del año indicado y no salen necesariamente el mismo año sino varios después. 

Explicaciones más y justificaciones menos, el tomar un tramo de 8 años es suficiente como para reflejar una tendencia que se mantiene casi sostenidamente en el tiempo.

Si se analiza anualmente, la cota más alta la tiene el año 2014 con un 21% y la más baja la del 2011 con un 12%. 

En definitiva, de cada 100 proyectos que entran al año salen no mas de 18, lo que significa que se siguen acumulando y acumulando indefinidamente con el daño que se ocasiona a la vida nacional. En estos 8 años analizados ya hay 4.836 proyectos no aprobados. 

De cualquier manera, esto demuestra que el Congreso está superado y no puede seguir con el ritmo de trabajo que mantiene hasta hoy. Es preciso revisar seriamente su funcionamiento y quizás su orgánica. 

Nos parece que se podría proponer, como una manera de mostrar su disposición de servicio y trabajo por el país y con ello mejorar su imagen, realizar anualmente una especie de Teletón legislativa en la que el Congreso trabaje todos los días inclusive la semana distrital y al menos los sábados por un mes seguido. Claro que sin cobrar horas extras.

Y en este periodo tratar al menos de sacar las leyes más urgentes y necesarias para el país. 

Quiero ser preciso. La información es obtenida del anuario del Congreso y en ningún apartado aparece un consolidado que indique o explique algún descargo que hagan disminuir esta cifra como proyectos refundidos y otros rechazados. Eso no queda claro en la estadística. Al parecer no son en el total muy relevantes. Si hubiese ese u otros descargos habría entonces que mejorar la información para que sea más clara para todos. 

Este análisis de la eficiencia no aborda naturalmente la eficacia, en relación con la calidad de las leyes, un tema analizado por muchos estudios, pero que es para ser tratado por expertos. 

Por ahora, es urgente buscar formas de mejorar al menos su eficiencia porque cualquiera sean las explicaciones los guarismos lo dicen todo. 

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