Cuando la evidencia no es suficiente

“Durante los últimos meses, la actividad económica local ha evolucionado acorde con lo previsto. El mayor impulso externo se ha ido consolidando, con condiciones financieras que permanecen favorables, socios comerciales en promedio algo más dinámicos y mejores términos de intercambio”. Con esta frase se inicia el Informe de Política Monetaria del Banco Central, dando cuenta de que la economía chilena está en firme recuperación, hecho que se corrobora con varios indicadores independientes y objetivos que se han dado a conocer.

El Índice de Producción Industrial creció 5% en 12 meses, con un extraordinario desempeño del Índice de Producción Minera de un 10,5%. El crecimiento interanual del cobre alcanzó el 13% y en general, la minería metálica lo hizo 10,8% en 12 meses. También creció la producción de Electricidad, Gas y Agua, que anotó alzas en cada una de las categorías.

El Comercio había mostrado en agosto de este año un alza de 4,9% en 12 meses y las ventas de supermercado anotaron alza de 2,4% también en un año.

Para no agobiar con cifras, el lector puede consultar las ganancias del retail, las AFP, las Isapres y la Banca. Se llevará una sorpresa, todas han aumentado.

No obstante, hay quienes insisten en que el país está estancado.

¿Qué pasa cuando las evidencias no son suficientes? A pesar de que las cifras, las estadísticas y los números muestran una realidad que no tiene nada que ver con lo que la derecha acusa, el candidato perservera en afirmaciones falsas al respecto.

El presidente del BC señaló que la recuperación del PIB “se apoya en un escenario externo favorable, el fin del ajuste de la inversión minera y habitacional, la ausencia de desbalances macroeconómicos relevantes y una política monetaria claramente expansiva".

Además, el ente emisor fue enfático en señalar que estas proyecciones no toman en cuenta el factor político, desechando por lejos la tesis piñerista de que la recuperación le es adjudicable. Chile está mejor por el esfuerzo y el trabajo del país en conjunto con las autoridades.

Por supuesto que el crecimiento no es el que todos quisiéramos, pero no es gratis que una economía que se apoya en el modelo extractivo y tan dependiente de la volatilidad de los commodities, haya seguido creciendo pese al mal ciclo económico.

Queremos más, y eso requiere un cambio profundo de modelo, de mirada y de compromiso.

Se ha dicho en varios tonos y en distintos momentos, pero si no somos capaces de dar valor agregado a nuestras exportaciones o diversificar nuestro producto, no vamos a llegar muy lejos. Y cuando se agote el cobre o alguna otra economía le encuentre un sustituto más eficiente y menos contaminante, ¿qué vamos a hacer?

Ese es le tipo de debate y liderazgo que Chile necesita. El crecimiento va a seguir siendo nuestro principal dolor de cabeza si no resolvemos seguir en recuperación, potenciar nuestra matriz productiva y mejorar nuestros índices de capital humano.

Eso requiere de manos a la obra, más allá de cualquier eslogan facilista de la campaña.

Desde Facebook:

Guía de uso: Este es un espacio de libertad y por ello te pedimos aprovecharlo, para que tu opinión forme parte del debate público que día a día se da en la red. Esperamos que tus comentarios se den en un ánimo de sana convivencia y respeto, y nos reservamos el derecho de eliminar el contenido que consideremos no apropiado