Democracias en tiempos de Covid y sus parlamentos

Como titular del Parlamento Latinoamericano y Caribeño (Parlatino), participamos en la V Conferencia Mundial de Presidentes de Parlamentos de la Unión Interparlamentaria, que se desarrolló en Viena, Austria.

Más de 110 presidentes de parlamentos nos reunimos bajo el tema "Liderazgo parlamentario para un multilateralismo más eficaz que genere paz y desarrollo sostenible para las personas y el planeta". Y es que, desde el nuevo escenario marcado por la pandemia, existe el consenso que los desafíos globales sólo pueden resolverse con esfuerzos globales.

El próximo 15 de septiembre es una nueva conmemoración del Día Mundial de la Democracia, fecha que nos exige hacer un balance respecto el desarrollo del escenario global que atravesamos, marcado por una pandemia. Es conveniente entonces, pensar en conjunto sobre qué hemos hecho para fortalecer nuestras democracias. Una de las tareas que nos corresponde como parlamentos es vigilar de cerca los poderes ejecutivos, combatiendo la desigualdad social y la pobreza que lamentablemente han favorecido la incidencia de líderes políticos populistas y autocráticos.

Así también como es importante en democracia, hoy el rol que deben jugar los parlamentos es el de ser capaces de fiscalizar y de controlar las facultades excesivas que tienen los gobiernos, producto del Estado de Excepción Constitucional. Es obvio que debe existir un equilibrio para evitar abusos en la restricción de los derechos de las personas, los parlamentos deben garantizar transparencia y dar confianza a los ciudadanos en ese sentido.

Hoy el diagnóstico es transversal respecto al fuerte impacto de la emergencia sanitaria en las democracias, los congresos forman parte de la respuesta sobre qué hacer para avanzar en la disminución de la brecha de la desigualdad; porque es evidente, además, que la pandemia de la Covid-19 desnudó la terrible inequidad social que existe en los países latinoamericanos.

Ello lo vemos, por ejemplo, respecto el desarrollo, producción y distribución de vacunas para evitar mayor propagación de la pandemia. En especial, los procesos de vacunación en América Latina y el Caribe deben implicar solidaridad internacional. Lo hemos dicho antes desde el enfoque del trabajo del Parlatino, al insistir de frente a los gobiernos para que implementen el compromiso de garantizar acceso a las vacunas de manera oportuna y gratuita en beneficio de los ciudadanos.

Lo contrario sigue marcando una nefasta diferencia en acceso y cobertura de la población de nuestra región, lo que, sin duda, afecta el sentido de equidad que debe primar para enfrentar esta pandemia de manera multilateral. A aquello me refiero cuando reitero le valor de nuestro rol contralor desde cada parlamento.

No obstante, ello no es contradictorio con que los parlamentarios desde la oposición o desde la afinidad con su gobierno debemos respaldar las políticas públicas que puedan enfrentar los desafíos en materia de pobreza, educación, salud, crecimiento sustentable: porque eso implica pensar a mediano plazo y no en la coyuntura electoral o la elección próxima. Eso, también es cuidar la democracia.

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