El 10% y la Cámara única
En pleno debate de la nueva Constitución sobre unicameralidad o bicamiralidad asimétrica, en la Cámara de Diputados se comienza nuevamente a discutir el retiro del quinto retiro del 10% de los fondos de pensiones.
En esta nueva aparición del retiro del 10% se hace evidente el más puro y claro populismo de parte de la Cámara Baja. Donde afloran los intereses políticos que buscan dar el gusto a sus electores, pero que saben que generará un tremendo daño a la economía del país. Sobre este punto no hay dos opiniones serias y sabemos que afectará la inflación, un virus que atacará a toda la población especialmente a los más pobres.
Actualmente hay 2.027.719 afiliados sin fondos, equivalente al 34,5%, siendo las mujeres nuevamente las más perjudicadas, con 1.268.020, según datos de la Superintendencia de Pensiones a diciembre del 2021. Por lo tanto, este retiro no ayuda a los más carenciados porque ya no tienen fondos. Son los sectores medios y altos los reales beneficiados, cuyo resultado podría significar que 5,1 millones de afiliados quedarían sin saldo.
Otros argumentan retirar de estos fondos antes que sean expropiados, lo que saben es una gran mentira. El Presidente Boric y los constituyentes han sido claros en señalar que estos dineros pertenecen y pertenecerán a los afiliados.
El actual retiro incluso ha generado problemas en las filas de gobierno. Mientras el Presidente y su ministro de Hacienda claramente están en contra de éste, pero los parlamentarios de sus filas están divididos. Algunos con supina irresponsabilidad prefieren acariciar los votos que actuar conforme al interés del país. Lo paradójico e inconsistente es que ésta es una política profundamente neoliberal (que cada cual se rasgue con sus uñas) y la defienden acérrimamente los mismos que declaran una y mil veces que están en contra de este modelo económico.
La inconsecuencia es mayúscula cuando los que dicen defender los intereses de los más necesitados defienden una ley que no les favorece a ellos, sino que les ahonda su crisis. Todo esto sin considerar el valioso tiempo que pierden sin abordar temáticas de mayor urgencia y trascendencia para el país y en particular para dicho sector.
Así entonces, en la práctica, en los hechos concretos, la experiencia nos enseña que la unicameralidad real o disfrazada, por el camino de una asimetría que entregue muchos poderes a una y muy pocos a la otra, sólo nos generaría inestabilidad y un claro espacio para populismos de todo tipo.
Recordemos que el cuarto retiro también fue aprobado por la Cámara de Diputados, pero rechazado por el Senado gracias al voto de Carolina Goic.
Si bien en el mundo hay más de 100 países que tienen unicameralidad, para definir el mejor sistema para el país no debe hacerse solo con su argumentación técnica, sino también debe ser visto desde la perspectiva del tipo de Ejecutivo que se define y muy especialmente de nuestra realidad cultural.
Si miramos América Latina, que es lo más cercano a nosotros, los países que tienen esta unicameralidad son Perú, Venezuela, Nicaragua, Cuba, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Honduras y Panamá. De todos éstos el único país mas estable y un ejemplo de democracia es Costa Rica, el resto se caracteriza por su inestabilidad o por cultivar dictaduras y populismos de diferente tipo.
En nuestra cultura tienen que estar muy bien asegurados los pesos y contrapesos; y la Cámara de Diputados ya ha dado suficiente testimonio del desastre que significaría tenerla como Cámara única o principal. El retiro del 10% ha sido un muy buen ejercicio.
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