Excesivo rol de los incumbentes

Patricio Young

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Por fin hay humo blanco en relación con un nuevo proceso que nos lleve a una nueva Constitución para el país. Un anhelo sentido, deseado y hasta ahora también frustrado. El rechazo de la propuesta de la Convención Constituyente marca profunda y seriamente el devenir siguiente y futuro. El resultado claramente no fue del agrado del país y hay que cuidar no caer en lo mismo.

Es valorable que la mayoría de los partidos se hayan puesto de acuerdo, aún cuando requirió tiempo. Es también de esperar que esta experiencia sirva para que se inicie un nuevo proceso en el congreso de mayor diálogo, encuentro y acuerdos por el bien del país que tiene muchas leyes importantes en espera.

Los bordes establecidos al parecer responden justamente a los principales motivos que determinaron el rechazo y de por si constituye un gran acuerdo. En tiempos pasado esto habría sido imposible. Además, es valioso porque una nueva Constitución se construye a partir de la historia, la tradición y la cultura de un país y nunca debe partir de cero.

Ya es conocida la composición del consejo y expertos. Sin embargo, la influencia de los segundos sobre los primeros, hasta el momento, parece poco clara. ¿El órgano decisor es el Consejo Constitucional y los expertos revisan y asesoran o en definitiva los segundos también influyen con voz y voto?

El documento Acuerdo por Chile señala -en relación al Consejo Constitucional- que "tendrá́ por único objeto discutir y aprobar una propuesta de texto de nueva Constitución". Pero al referirse a la Comisión de Expertos señala que "este órgano tendrá́ a su cargo la redacción de un anteproyecto que servirá́ de base para la discusión y redacción del nuevo texto constitucional, al estilo de una idea matriz del mismo".

Visto así, los expertos proponen un anteproyecto y el Consejo Constitucional tendría de la facultad de aprobar, modificar o cambiar. Lo que parece lógico ya que son los únicos facultados para ello por la votación popular. Sin embargo, más adelante el documento señala que previo a la armonización el Comité́ Experto entregará su informe al Consejo Constitucional y se señala el mecanismo de aprobación o rechazo, pero a continuación se indica que "todas aquellas propuestas que no se encuentran en alguna de circunstancias anteriores, se resolverán mediante una Comisión Mixta, compuesta por 12 personas, entre expertos y consejeros por partes iguales, que conocerán de la controversia y que se resolverá́ con el voto de las 3/5 partes de dicha instancia".

Eso significa que tienen los expertos también derecho a voto y pueden influir poderosamente en el resultado esperado. El tema es que estos expertos serán elegidos por el Parlamento, lo que sorprende. La razón es que quién los elige es una instancia de las más mal valorada por la sociedad y además son "incumbentes" en esta nueva Constitución.

La conformación, la determinación de los roles del Parlamento, la forma de elección, entre muchas otras cosas, los involucra directamente y por lo mismo no pueden ser juez y parte, a través de estos expertos. Porque sin duda éstos tendrán una lealtad con quienes los eligieron.

Si bien hay que buscar fórmulas que representen a todos los sectores, no se puede aceptar que al final el congreso haga una constitución a su medida, lo mismo que fue cuestionado por el primer referéndum constitucional donde se rechazó la conformación mixta. Es muy cierto lo que señalo el Presidente Boric, es preferible una fórmula imperfecta a que no exista fórmula para levantar esta nueva Constitución, sin embargo, como muchos, creo que ésta es la última oportunidad de tener un nuevo contrato social y por lo mismo, hay que asegurar su aprobación y para ello no se puede levantar una que desde su partida tenga "tejado de vidrio"; porque partimos mal.

Los incumbentes una vez aprobadas las normas para una nueva constitución, deben marginarse del proceso. Por lo mismo creo que el Comité de Expertos, sin dudas muy necesario, debería ser también elegido por votación popular.