La DC, un partido protagonista de los cambios del gobierno

Jorge Pizarro

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¿Quién dijo que Chile no ha avanzado? ¿Hasta cuándo seguiremos  creyendo a quienes  insisten en contar medias verdades, que reiteran que las reformas han sido un retroceso para el país? ¿Es acaso un retroceso para la señora Eugenia, de la Serena que tiene a sus cuatro hijos estudiando gratis en la enseñanza superior? ¿Es un retroceso para Tania Huenul que pasó de vender 400 mil pesos a 56 millones mensuales gracias a la ayuda de un programa de gobierno orientado a microemprendedoras como ella?

El discurso de la derecha se cayó a pedazos. La cuenta pública de la Presidenta fue tan sólida, clara y transparente que no dejó espacios para la campaña que los partidos de derecha tenían planeada desde hace días.

¿Querían compararse?

Dijeron que se había crecido más con Piñera que en estos años. Sí, pero la letra chica es que lo hicieron con un precio del cobre que era casi el doble del que le tocó a este gobierno. El empleo por cuenta propia aumentó mucho más en el gobierno anterior que en este. En su período, dictaron apenas, casi de mala gana, una ley laboral, versus las 28 del gobierno de la Nueva Mayoría.

Tan sólo en el problema de las pensiones marcamos un abismo de diferencia con la derecha que ha postulado como única solución a las bajas jubilaciones, que los chilenos tienen que trabajar más años y alargar “su vida útil”. La Presidenta Bachelet señaló que la reforma que ofreció la Nueva Mayoría a Chile permitirá un aumento inmediato de 20 por ciento en las jubilaciones de los pensionados de AFP, lo que representa no sólo un legado clave para el futuro, sino que además es una muestra de cómo se escuchó una demanda ciudadana muy sentida.

Los avances han sido notorios. La línea 7 del metro, los más de 500 mil compatriotas de zonas aisladas o rurales y en todo Chile, que utilizan servicios de transporte subvencionados por el Estado, el proyecto de ley de matrimonio igualitario, el nuevo Plan Araucanía que busca enfrentar el tema de fondo a la violencia rural en la zona, los 21 hospitales que estarán construidos al final del periodo, la extensión de la gratuidad en la educación para cientos de miles de familias de todo Chile, la creación de  325 mil empresas - 60 mil más que en la administración anterior -, una tasa de desempleo de 6,5% que está por debajo del promedio histórico a pesar del mal momento económico, y un largo etcétera, son los “porfiados hechos”, que demuestran cuanto se ha avanzado, de manera concreta, en estos últimos cuatro años.

Y dentro de este auspicioso panorama, es que la DC ha aportado no sólo con votos, sino que con ideas, entusiasmo, propuestas y defensa del programa de gobierno de la Presidenta Bachelet.

Hemos puesto lo mejor del partido para apoyar estas reformas y para mejorarlas con nuestra mirada de centro, que sin duda es un aporte importante a esa gobernabilidad de la que habló la mandataria durante su último discurso en el Congreso.

Es esto lo que debemos preservar, cuidar y proyectar. Una mirada humanista de la economía, las leyes y el Estado de Derecho. La derecha, sus partidos y sus personeros,  han tenido la desfachatez de decir que vienen a terminar con las reformas, a acabar con la gratuidad, a retroceder en la reforma laboral y educacional, en restar derechos ya ganados.

Es eso lo que se juega en este nuevo periodo electoral, donde más allá de las candidaturas independientes de la Nueva Mayoría, lo que cuenta es defender esta obra que le ha cambiado la vida a las familias chilenas, y que en la Cuenta Pública de la Presidenta Bachelet, tuvimos la oportunidad de constatar, de manera fehaciente y concreta.

La derecha se quedó sin discurso luego de la demoledora demostración de la Presidenta. Ahora es nuestra responsabilidad política entender a este nuevo Chile, ofrecerle una continuidad de estas políticas, una proyección  de este concepto de que los chilenos somos sujetos de derechos, y no meros consumidores. Que queremos más derechos sociales y no más  bienes de consumo.

Fue una sólida cuenta pública, alentadora, optimista, con sello de progresismo. En ella se pudo visualizar el marcado de nuestra coalición. En resumen, una cuenta pública para un Chile que cambió sin vuelta atrás, para bien de todos y cada uno de sus habitantes.