La Depresión del 29 y el Covid-19 ¿Terremoto grado…?

Ya no quedan personas que, como adultos, vivieran la Depresión del 29. Sin embargo quedan sus historias, como las que me relataba mi abuela Chela (Q.E.P.D.), quien fue testigo directo de esa crisis. Me comentó muchos años atrás, de largas filas de “menesterosos” frente a las casas donde se les daba comida. Como residente de lo que fuera la “República de Playa Ancha” o el Valparaíso antiguo, le sorprendió constatar que entre aquellos mendigos había gente del norte, específicamente de las Salitreras, quienes pedían “un mendrugo de pan”.

Cabe recordar que Chile fue uno de los países más afectados por esa Depresión, la cual se extendió por 10 años, hasta el comienzo de la Segunda Guerra Mundial. De hecho, fue una de las causas de la llegada de Hitler al poder en Alemania.

Por su parte, Estados Unidos de América también fue uno de los más países más perjudicados por esa hecatombe financiera (tal como lo es hoy por el covid 19), sin embargo, gracias a una política intervencionista conocida como “New Deal”, impulsada por el Presidente Franklin D. Roosevelt, se pudo mitigar en parte la elevada cesantía y la miseria reinante mediante programas sociales.

Al respecto, en Washington D.C. hay un Memorial del Presidente Roosevelt. Es un pequeño parque temático sobre su vida. Destaco  “The Bread Line” (la línea del pan). Son cinco esculturas de hombres, con sombreros y abrigos, dando la impresión de estar entumecidos por el hambre y el frío, esperando manos en sus bolsillos, en una línea ante una puerta cerrada. Nada más significativo de lo que fue la citada crisis.

Lamentablemente la Gran Depresión es posiblemente uno de los principales parámetros con el cual equiparar el período que se nos avecina como consecuencia del covid19. Estamos entrando en terreno desconocido, no se trata de un terremoto grado 9…más posiblemente grado 10 o quién sabe. Nada nos ha preparado para un mundo que se cierra, donde no se compra ni se vende, en el cual no circulan automóviles ni aviones, en el cual el petróleo, ese “oro negro” pasa a tener valor negativo.

Si, estimado lector, el commodity del cual depende en gran medida el transporte y la energía del mundo, alcanzó un valor negativo porque en ese momento los productores estaban dispuestos a deshacerse de sus inventarios, dado que no tenían capacidad para recibir más stocks.

Es cierto que, por ahora, no vemos las reales consecuencias del Covid19, pero eso equivale a caer desde el piso más alto del Costanera Center y - al pasar por el tercer piso – pensar, “esto no es tan grave”.

Esta crisis, en cámara lenta, ya nos está pegando. Sin duda será muy dolorosa. La pregunta es si podremos hacer algo para aminorarla. La respuesta debiera ser “no dispararnos en el pie”. Dispararnos en el pie sería continuar con la violencia y la destrucción que comenzó en octubre, ya que eso eliminaría cualquier posibilidad de salir adelante.

Porque si bien es cierto Constantinopla cayó en 1453, sin duda la ciudad sufrió un golpe mortal 200 años antes, en el año de 1204, cuando los caballeros de la Cuarta Cruzada, comprados por los venecianos de Dándolo,  la arrasaron. De ahí en adelante fue solo esperar el desenlace.

Nuestros comercios, grandes, medianos y pequeños ya fueron dañados, algunos mortalmente, durante octubre y noviembre, lo que no les permitirá sobrevivir al golpe del coronavirus.

Nuestro futuro como país será complejo, deberemos enfrentar un desempleo no visto en un siglo y una gran destrucción de riqueza, lo que seguramente traerá aparejado un gran aumento de la delincuencia y de efervescencia social.

Un dato, el desempleo registró en Chile en el trimestre enero-marzo de este año un 8,2%, el más elevado en los últimos 10 años. En ese sentido, la sociedad de Chile y el mundo, de los años 30 y 40 no es la misma que la del siglo XXI. Esta última es más exigente en sus derechos, no así en sus obligaciones, a mi juicio.

En este marco, cabe añadir que según varios historiadores, la Gran Depresión del 29 tuvo como principal causa la incertidumbre. El covid-19 precisamente produce aquello. Si a este maldito virus le agregamos un componente político explosivo, me refiero a nuevas movilizaciones y protestas violentas, vandálicas, - como las de octubre pasado - sólo  se  generará mayor inseguridad = incertidumbre. 

Por lo tanto, tendremos que observar si nos estrellaremos al llegar al suelo del Costanera Center, o llegaremos derecho al subterráneo, desde el cual será aún más difícil salir.

En conclusión, la pregunta a contestar por usted es si desea padecer los efectos del covid19 + la Depresión del 29 el resto de este año y los siguientes, o si a dichos  efectos los quiere ver empeorados con un nuevo estallido social-antisocial. Usted, elije.

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