La desvergüenza de la derecha chilena

En el último tiempo, a través de diversos medios de comunicación y acciones de “fiscalización” desarrolladas con amplio despliegue mediático, la presidenta de la UDI ha querido instalar la idea que la Municipalidad de Recoleta se encuentra quebrada financieramente y que la responsabilidad de esta situación sería a partir de la llegada de los comunistas a la administración municipal.

Para ello han contado con la complicidad de algunos medios de comunicación que actúan permanentemente como sus jefes de campaña y que, junto con negar el derecho a réplica consagrado legalmente en nuestro país, se han prestado para darle un manto de realidad a estos juicios que no solo son absolutamente falsos, sino que, además, son del todo injuriosos y políticamente tendenciosos.

Debido a estos ataques que no solo dañan la honra de quienes tenemos la responsabilidad, mandatada popularmente, de administrar el municipio de Recoleta, es importante que todos y todas conozcan los datos oficiales acerca de los tópicos analizados, no solo para develar la campaña de desprestigio que la UDI ha sostenido desde el primer día de su derrota electoral el año 2012.

Lo primero que hay que aclarar es la situación en la que recibimos la Municipalidad de Recoleta de parte de la administración UDI.

Las cifras oficiales actualizadas en moneda del año 2019 dicen que la deuda flotante heredada de la  gestión UDI ascendía a la suma de $5.479.322.069 al 31 de diciembre del 2012 a lo que se suma una pérdida patrimonial de $5.267.927.112 por la venta de la totalidad de las propiedades de que disponía la municipalidad en ese tiempo.

Es decir, de no mediar la liquidación de las propiedades municipales, política desarrollada por la UDI en todos los municipios que administra, la deuda habría ascendido a $ 10.747.249.181.

Además de una deuda de largo plazo contraída por la construcción del Edificio Consistorial equivalente a $ 8.210.046.000, lo que sumado a lo anterior da $ 18.957.295.181.

Pese a todo, en 7 años de gestión municipal, hemos bajado la deuda flotante a $3.291.144.000, lo que equivale a una disminución del 39% del total. Esto calculado desde el año 2011 al 2019.

Es muy importante decir que, hemos aumentado el patrimonio municipal en $12.307.158.400 representado por compra de terrenos, obtención de subsidios para viviendas municipales, mejoramiento de la infraestructura educacional y el pago del 85% de la deuda contraída por la construcción del Edificio Consistorial.

Como si esto fuera poco, hemos desarrollado proyectos de alto impacto en la calidad de vida de nuestras vecinas y vecinos de Recoleta, como la Farmacia Popular cuyo valor libro asciende $107.000.000, la Óptica Popular avaluada en $87.000.000, la Librería y Disquería popular, avaluadas en $120.000.000 y el Centro Audiológico avaluado en $ 65.000.000, más la Universidad Abierta de Recoleta avaluada en $ 340.000.000, sumando un total de $ 719.000.000.

Por último, hemos adquirido una deuda de largo plazo por el cambio total de las luminarias de Recoleta, lo que ha impactado de manera significativa en la calidad de vida de nuestros vecinos y vecinas, por un monto de $10.259.454.000, pagaderos en 10 años a partir del ahorro generado por el cambio de tecnología derivado del mismo cambio.

De los números anteriores, que pueden ser verificados en las instancias pertinentes, se desprende algo que a la UDI y muy particularmente, a su Presidenta le duele demasiado, sobre todo a partir de los fuertes cuestionamientos a varias de las municipalidades que ellos administran por sus abultados déficits y por el mal manejo financiero de las mismas.

A diferencia de ellos, y no solo en Recoleta, sino también otras comunas como La Ligua, Macul, Valparaíso, por mencionar  algunas, hemos sido y seguiremos siendo mucho más innovadores, eficientes, eficaces y transparentes, por un solo hecho fundamental, hemos puesto al centro del quehacer municipal a cada uno de los y las habitantes de nuestras comunas, por sobre cualquier otra consideración o interés personal.

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