Las verdades tras la elección de gobernadores

Para nadie es un misterio, que el conglomerado oficialista está a prueba. Cada decisión que hoy se tome, puede fortalecer o debilitar la opción de gobernabilidad que ofrecemos al país versus  la Derecha.

También es verdad que la decisión en la Junta de nuestro Partido Demócrata Cristiano, de llevar candidata propia a la primera vuelta, significó para el bloque PS-PPD una traba en la negociación del pacto parlamentario. Es parte de las consecuencias que debemos asumir y enfrentar.

Quien toma palco ante aquello es la Derecha, que sin ningún mérito saca provecho de estas diferencias y al parecer  logra  aparentar que es un bloque monolítico, pese a que su principal candidato tiene que -día por medio- entregar explicaciones por nuevos antecedentes que demuestran su tendencia a esquivar impuestos a través de paraísos fiscales.

En qué estamos que poco hacemos por preservar, cuidar y proyectar el trabajo del gobierno, nuestro gobierno, y los compromisos que adoptamos ante el país. Por los cuales fuimos elegidos. ¿Qué nos hace pensar que la agenda legislativa pendiente la podemos condicionar a los vaivenes de la contienda presidencial?

Me parece una excusa el argumento de que no es el momento para alinear el bloque, e incluso las características del texto enviado por el Ejecutivo. Lo que presenciamos es que a priori, nos quieren imponer a los parlamentarios regirnos a un escenario electoral. Hoy el escenario no está para ello. No corresponde.

El Partido Demócrata Cristiano ha estado abogando por un proceso de descentralización como compromiso fundamental para el avance hacia una colectividad cada vez más democrática, y ello pasa por la elección directa de las autoridades regionales, que sabemos, bastante han ya condicionado nuestros socios. 

Esta Reforma, que incluye la ley sobre elección de los gobernadores fue un compromiso adoptado por la propia Presidenta y en el cual hemos trabajado largamente para dar respuesta a la demanda de más de la mitad del país que vive fuera de Santiago.

Los argumentos para postergar esta tramitación son un mero eufemismo.

Una iniciativa como esta, es un desafío país, un proyecto que sobrepasa las agendas cortoplacistas de los partidos o los propios candidatos y ese proyecto tiene que ver con el programa al que nos comprometimos a apoyar. La verdadera responsabilidad política pasa por respetar el espíritu de nuestros principios y por honrar compromisos; eso es lo que nos ha caracterizado como coalición política por décadas y lo que ha dado gobernabilidad a Chile: la confianza y la lealtad.

No son dos trincheras. No hemos dejado de compartir el sueño de un Chile más solidario y justo.

El adversario real está en la Derecha que quiere todo lo contrario al eje centro izquierda. Entonces, es hora de hablar con verdades y cumplir la palabra empeñada.

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