Ley de Cuotas para pueblos originarios, un avance a la unidad

Ad portas de la presentación del Plan Araucanía y la posibilidad de abordar los escaños especiales para pueblos originarios en el Parlamento, es un avance que el ministro de Desarrollo Social, Alfredo Moreno, tome estas propuestas que hemos venido planteando hace muchos años.

No quisiéramos que sucediera lo mismo que ocurrió en el gobierno anterior, que hizo la consulta indígena, prometió cupos reservados y presentó una propuesta de reforma constitucional; sin embargo, al parecer nunca tuvo la real voluntad política de avanzar en este tema, ya que no le puso urgencia a la iniciativa. 

Esperamos que esta no sea una nueva declaración de buenas intenciones, especialmente que la solución al desarrollo indígena no pasa solo por bonos, sino por perfeccionar la democracia y redefinir el mecanismo para acceder al poder.

La democracia, en su expresión electoral, no representa al pobre ni al indígena: el voto no les permite decidir su futuro. Los representantes en quien han delegado su futuro, normalmente sirven a intereses de minorías privilegiadas y no a las segregadas. Es por ello que se hace evidente la necesidad de crear un registro electoral indígena que permita que las minorías indígenas sean representadas, no solo en el parlamento, sino en el poder local y regional. Propuesta que hemos planteado desde hace muchos años.

Hoy necesitamos otro concepto de democracia que sea más justo y que permita que las minorías indígenas sean representadas con igualdad de derechos, necesitamos un sistema electoral especial para los pueblos originarios, con cuotas parlamentarias equivalentes a su densidad poblacional, de esta manera los pueblos originarios pueden tener 6 senadores y 14 diputados, como mínimo, para plantear sus demandas en el epicentro del poder.

La Araucanía tiene una población de 900 mil personas, y tiene 5 senadores y 11 diputados, la población mapuche según el último Censo es de 1 millón 700 mil personas, más de 2 millones de indígenas en Chile, ¿por qué no permitirles que decidan su futuro mediante sus propias decisiones políticas?  

La política pública del gobierno para el pueblo mapuche no debe transformar un tema político en uno netamente de pobreza y de seguridad pública, el tema mapuche se resuelve reconociendo derechos fundamentales y colectivos.

La participación política que hemos venido planteando a los distintos gobiernos no solo apunta a cupos en el congreso, sino a espacios en los concejos municipales y en los consejos regionales. No obstante, es preciso destacar que este es un triunfo político de un pueblo, porque es una necesidad de una nación originaria, no de personas particulares.

Entonces, que el gobierno haya acogido nuestras propuestas de participación política en la toma de decisiones, es un triunfo colectivo de la política mapuche, que está en construcción, gracias al aporte de distintos líderes desde sus espacios, ya que algunos dirigentes han cambiado sus planteamientos, que al principio fueron de independencia mapuche, luego hablaban de co-gobierno, posteriormente cambiaron al de autonomía mapuche, y hoy han cambiado nuevamente de postura y se han sumado a nuestros planteamientos de participación política en la toma de decisiones, estoy consciente que no es la solución total, sin embargo, es un gran paso.

El hecho que algunos dirigentes antiguos, hayan salido de su discurso pos dictadura absolutista y se asumen a una posición política más realista y adecuada al futuro de nuestros pueblo que debemos construir unidos, los pone a la altura del desafío que los países que aspiran a ser desarrollados,  como Chile, necesitan.

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