Más allá de la chimuchina electoral

Se juega este año en Chile otra vez la posibilidad de encontrarnos con un liderazgo presidencial, líderes y lideresas parlamentarias que representen proyectos políticos conectados con los derechos económicos, sociales y culturales que buscamos en nuestro país.

¡Yo no vengo a vender, vengo a regalar! Será la frase que más escucharemos estos meses de campañas electorales, sin embargo más allá de las ofertas y  ofertones, debemos ser capaces como ciudadanos de observar cuáles son las ideas, cuáles son las propuestas y cuál es la gestión que proyectan los distintos programas que los candidatos comparten y dan a conocer a través de los medios de comunicación, y también  en vivo y en directo. La tecnología se levanta como una herramienta súper potente de campaña para difundir las transformaciones a la que aspiran los líderes y sus representados, la ciudadanía.

La desidia, el desgano, la ira, juegan en contra de la responsabilidad ciudadana y si queremos lograr nuestros propósitos  en la obtención de mejores servicios de salud, de educación, de seguridad, de oportunidades de desarrollo  y  de integración, debemos ocuparnos de mirar los debates, además de participar en ellos.

La crisis de credibilidad que viven las instituciones públicas y privadas se relaciona directamente con la falta de hacerse cargo de las modificaciones estructurales que urgentemente se deben realizar en nuestro país. Las normas que escribimos para lograr una buena convivencia social, debemos adaptarlas a la realidad. Los comportamientos ciudadanos deben respetar y cuidar el patrimonio tangible e intangible que construimos entre todos.

El espacio público es la proyección del patio y el jardín de la casa…es el principal lugar de encuentro entre las personas. Las actitudes basadas en los valores humanos como la responsabilidad, la cooperación, la libertad, la unidad son fundamentales para caminar hacia las nuevas transformaciones sociales y culturales que queremos y soñamos.

¡La invitación es más allá de la chimuchina electoral! Elevemos nuestras ideas y emociones para alcanzar los desafíos que tenemos como país, todos los días estudiamos y trabajamos por y para este país y su gente, contribuyendo a la producción que nos permite crecer sosteniblemente, y que más allá de las cifras, significa que muchas familias en Chile pueden liberarse de los límites de la pobreza.

A través de una política responsable se realizan las transformaciones más profundas, como el cambio de Constitución que necesariamente debe reflejar el país que queremos hoy proyectar hacia el futuro. El cambio de las normas legales que hablen de la sociedad que habitamos ahora, es tarea de todos. Colaborar en la enseñanza y el ejercicio de los valores humanos, reforzando  los buenos comportamientos de la ciudadanía, influir en el mejoramiento de la distribución del ingreso, para que las diferencias no sean tan brutales entre ricos y  pobres. Los valores humanos son universales y transversales.

Estamos llamados más que a teorizar sobre ellos, a vivirlos día a día, ejerciéndolos en todos los escenarios donde afrontamos nuestros derechos y responsabilidades.

La invitación es a movilizarnos aunque nos cueste. La participación en las conversaciones sobre el país que queremos es prioridad. Ejercer nuestros derechos es un mandato ético. No da lo mismo quedarse en la casa.

Participar en los proyectos políticos y sociales que nos hagan sentido y finalmente ejercer nuestro derecho a voto es fundamental para ir hacia la construcción de un mejor futuro para todos. 

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