Nuevo Chile

El haberse iniciado la Convención Constituyente, con la instalación y elección de quien la conducirá, una hija del Pueblo Mapuche, Elisa Loncon, tenemos un claro signo del más grande y profundo cambio cultural que comenzaremos a vivir.

Es cierto, los pueblos originarios no sólo han sido dejados de lado, sino en momentos de la historia se ha buscado, activa o pasivamente, incluso su exterminio.

Me llegó un documento de 1907 titulado "Los Indios en Santiago". Un artículo de la famosa revista Zig-Zag de entonces, acompañada de una foto de 5 caciques.

En el texto se señalaba: "Son los últimos caciques que vendrán a La Moneda con sus eternas quejas de desposeimiento de tierra por los colonos extranjeros, de abusos por los funcionarios chilenos.

El Gobierno ha cortado esta inmigración de caciques, ordenando que ya no se les dé más pasajes gratis cuando vengan a reclamar a La Moneda. Los antiguos señores de esa tierra que se les arrebata de día en día por el alcohol y la codicia de los invasores deberán esperar tranquilos a las puertas de sus rucas la justicia del Gobierno de Santiago.

Dentro de veinte años ya no quedará talvez ninguno de estos caciques tan distintos hoi en día de los clásicos guerreros cantados por Ercilla. Para esa época se habrán desaparecido o se habrán amalgamado con la corriente civilizatoria que se enseñorea incontrastablemente de esas tierras. Es el fin de una raza que ya ha cumplido su papel glorioso en la historia y se va en busca de la nada, del descanso eterno, que necesita desaparecer luego para ser más gloriosa".

De su lectura se puede inferir la forma de pensar de entonces, donde los indios más que personas parecen "cosas" que pasan de moda. Donde su dignidad vale poco o nada. Se reconoce la codicia de los invasores, pero, el lenguaje bien chileno; "espérense sentaditos" al lado de la ruca que algún día se hará justicia con ustedes.

Importante es hacer presente que este texto corresponde al mismo año de la matanza de Santas María de Iquique, que se llevó a cabo el 21 de diciembre de 1907, donde murieron entre 2.200 y 3.600 personas. Mientras el gobierno solo reconocía 126 muertes.

Es cierto, parece difícil enjuiciar el pasado con criterios del presente. Sin embargo, sí es posible hacerlo cuando se contravienen los criterios morales básicos que sustentaban a la sociedad de entonces. Esta era una sociedad marcadamente católica, donde matar y robar siempre han sido contrarios a la ley de Dios. Más aún, se consideraba a cada ser humano como templo de Dios. Por lo tanto, no nos engañemos, había consciencia del mal que se ocasionaba.

Con razón Elisa Loncon habló de refundar Chile a partir de una nueva relación entre las distintas culturas que han convivido y conviven en nuestro país. No puede ser algo que nos sorprenda o que nos inquiete. Muy por el contrario, es el único camino para gestar un Chile más justo, más digno y mas feliz.

Necesitamos pasar de la cultura del egoísmo e individualismo, marcada por la insaciable competencia, a la cultura de la fraternidad, la única que nos permite reconocernos como hermanos que vivimos en una misma casa común.

Deseamos a Elisa Loncon mucho éxito en la conducción de la Constituyente, y con ello, de esta nueva e importante etapa de nuestro devenir histórico.

Desde Facebook:

Guía de uso: Este es un espacio de libertad y por ello te pedimos aprovecharlo, para que tu opinión forme parte del debate público que día a día se da en la red. Esperamos que tus comentarios se den en un ánimo de sana convivencia y respeto, y nos reservamos el derecho de eliminar el contenido que consideremos no apropiado