Parlamentando en medio de la selva valdiviana

Hace un par de meses, un día de invierno, con sol tibio pero de extraordinaria luminosidad, un pequeño grupo de autoridades legislativas y del ejecutivo provincial y municipal, subimos a un maravilloso lugar de la pre cordillera andina de Los Ríos, donde la Ñuque Mapu (madre tierra), nos acogió con el olor a Selva Valdiviana.

Lo describo así, porque en este relato, el contexto y el ambiente fueron también, protagonistas.

Allí,  más de veinte Logkos (“Loncos”) y Werkenes (“vocero de Logko)” se reunieron con nosotros para parlamentar “de Autoridad a Autoridad”. Estábamos en la localidad de Chosdoy, comuna de Lanco. Queríamos escuchar lo que las autoridades ancestrales del Pikún Wiji Mapu (“parte norte del Gran Territorio del Sur”), querían plantear sobre el proyecto del ministerio de Asuntos Indígenas, actualmente en tramitación, y sobre la  participación indígena en la formulación de una nueva Constitución. Tremendos temas y así se hizo.

Los argumentos sólidos, el conversar franca y pausadamente;  la posibilidad de mirarnos a los ojos con la mejor voluntad para escucharnos recíprocamente, así como la necesidad de reafirmar confianzas indelebles y permanentes son el mejor, sino el único camino, para lograr un real entendimiento, un apretón de manos o un abrazo sincero entre autoridades que tienen “el deber y el querer” de buscar el progreso de nuestra gente y la paz permanente de nuestra región.

Lo anterior, con la capacidad y posibilidad de acordar  obras y acciones que vayan en aquella dirección compartida.

Pero, lo que es tan fácil de escribir, en Chile se ha hecho complejo de aplicar y más difícil de sostener. No cabe duda. Sin embargo, para quienes estuvimos allí, incluyendo al Presidente de la Cámara de Diputados Osvaldo Andrade y al Ñizol Logko (“Lonco Superior elegido por los Loncos”), Augusto Nahuelpan, la reunión de Chosdoy tuvo mucho más sentido que un encuentro institucional formal.

Allí se valoró la conversación franca entre autoridades, cuestión que en nuestro país se ha venido relativizando al confundirse la interlocución de las partes, lo que finalmente anula la legitimidad de los reclamos o la validez de los acuerdos, especialmente en un Chile donde es tan recontra fácil obtener personería jurídica y arrogarse una representatividad y legitimidad que frecuentemente no se tiene.

Ese día, en medio de la selva sureña, en la reunión de Chosdoy, dimos un primer e importante paso, destacando la legitimidad de la representación de los linajes, experiencia, madurez y sapiencia de nuestros Logkos.

De aquello, tenemos mucho que aprender. Pero la historia no termina allí, en la próxima columna les contaré que pasó unas semanas después…

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