Paro de la CUT ¿para qué?

EL congreso nacional de la CUT del mes de enero, realizó un amplio y democrático debate sobre el estado actual del movimiento sindical chileno y las propuestas para avanzar  hacia la transformaciónde un Chile igualitario y democrático. Los delegados  resaltaron el protagonismo y la incidencia que debe tener el sindicalismo en las  transformaciones que los ciudadanos demandan.

Sin duda, nos enfrentamos a un cuadro político complejo, marcado por la desconfianza ciudadana a la institucionalidad política, sumado a  las profundas desigualdades sociales, que nos ponen en la parte más baja del ranking de la OCDE.

Sumado a esto, los chilenos en el último año  hemos conocidos de los escándalos provocados por el financiamiento irregular de la política y casos de parlamentarios que actuaban como lobistas de los grandes capitales. En definitiva está en crisis el sistema político de la “transición” que se caracterizó porel consenso binominal financiado por Penta y SQM y el derecho a veto de una minoría en el parlamento que ha impedido realizar las reformas que Chile requiere.

Se ha querido señalar por varios sectores que la CUT defiende la reforma del gobierno, hemos sido claros y precisos en señalar que somos independientes de los gobiernos de turno, pero no del cambio social, apoyaremos y empujaremos todas aquellas reformas que se hagan cargo de las urgencias que el pueblo y Chile demandan.

En este cuadro, donde las fuerzas conservadoras se agrupan para frenar las reformas, los trabajadores nos movilizamos. Paramos con el fin de empujar el impulso reformador, creemos que es urgente instalar másallá de los avances de la reforma laboral, una nueva institucionalidad laboral. Requerimos una Reforma a la  Salud, que sea pública, de calidad, y que resuelva en lo inmediato la crisis que tiene a miles de chilenos sin  atención oportuna. Existe la imperiosa necesidad de reformar el sistema de pensiones, a través de un sistema público y de reparto que termine con las AFPs.

Ninguna de estas reformas, será posible  de no mediar la construcción de una nueva Constitución a través de un mecanismo constituyente que ponga en valor la participación de los ciudadanos.

Así, diversos sectores del sindicalismo, trabajadores del sector público y privado, además de estudiantes, movimientos ciudadanos, se han plegado al llamado de la CUT, a parar este 22 de marzo para transformar Chile.

Parar, para frenar la ola contra reformista de la Derecha y el tribunal constitucional.

Parar con el objeto de dotar de un horizonte de esperanza a los millones de trabajadores que sufren día a día los abusos y la  desigualdad.

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