Participación total

Jorge Pizarro

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No todo está perdido en la política. A pesar de la fuerte desconfianza, a pesar de los ataques cruzados, a pesar de la odiosidad que algunos dejan ver por estos días, la gente sí tiene esperanza en que hay proyectos que valen la pena y que hay cosas que sí deben salvarse. Este fin de semana tuvimos una muestra de ello con las primarias de la DC para candidatos y candidatas a las municipales.

Unas 60 mil personas votaron en 67 comunas de todo Chile: es una gran participación, una fuerte señal de apoyo al partido y una clara señal de que no todo está perdido. A pesar de este momento político complejo, con esta desconfianza hacia la participación de los ciudadanos en los temas políticos, vimos una participación altísima lo que creo que es reflejo que el camino correcto para recuperar esa confianza es abrir los partidos, generar liderazgos que provengan de los mismos barrios y comunas.

Además, hay un hecho no menor. En las pasadas primarias presidenciales tuvimos una participación de 33 mil personas, cifra que hoy se duplica. Entonces, ¿por qué creer que la política es incapaz de convocar?, ¿por qué resignarnos a que los agoreros de la mala suerte, se apoderen del debate público?

Hay cosas urgentes que retomar o más bien, en las que hay que concentrarse de manera especial, como la vida en los barrios, la calidad de los servicios y equipamientos comunitarios, la igualdad de condiciones y oportunidades para emprender, y mejores entornos de vida para la ciudadanía.

En fin, son demasiados los temas apasionantes sobre los cuales hay que debatir y trabajar, y eso se hace y se manifiesta en las comunas, en especial en regiones donde se vive una realidad lamentablemente más precaria que la de los grandes centros urbanos.

Esta elección municipal se presenta como una enorme oportunidad para recuperar un debate político de gran valor y que tenga que ver con una mayor cercanía con los problemas más cotidianos de las personas. No se trata de un debate “cosista” ni menos “farandulero” de simplificar y minimizar el sentido de la política. Se trata de hablar de proyectos de ciudad y proyectos de vida comunitaria.

Y si lo hacemos abriendo las puertas de la participación total desde la génesis misma de esta elección, abramos contribuido a hacer mejor política. Ese es sin duda un anhelo que se refleja en esas miles de personas que dejaron un momento sus agendas personales de un día domingo, para ir a manifestar su opinión.