Primarias DC: más que nombres, mejores ideas

Jorge Pizarro

Ultimos publicados:

• Invitación con corta memoria
• Nuevos liderazgos
• Economía: el gran desafío presidencial

Este 13 de marzo, los militantes y simpatizantes de la DC irán a las urnas a participar del proceso de primarias para elegir a los candidatos a las Municipales de octubre de este año. Por supuesto que esperamos una gran convocatoria y compromiso de parte de nuestra gente, para que este proceso se valide con una contundente jornada participativa.

Estamos hablando de 92 comunas en los que distintos postulantes van a dirimir quién representará al partido en las instancias de participación futura, particularmente en las primarias legales que despejarán los candidatos y candidatas finales del pacto. El desafío no es menor, pero es el punto de partida de un camino muy largo cuyo valor no está meramente en despejar nombres, sino en mostrar ideas.

Lo que se juega la DC en nuestras primarias y luego en las de la Nueva Mayoría, tiene más que ver con el proyecto ciudadano que le ofreceremos a las comunas, a la ciudad. Debemos ser capaces de re encantar las confianzas y ofrecer un relato coherente a los electores, acorde con los tiempos, visionario, moderno y desafiante.

Más que definir tal o cual candidatura, lo que hará el partido este domingo es delinear nuestra idea programática, nuestro sello distintivo: por qué es mejor elegir a un o una DC que a los demás candidatos. Ese es el desafío mayor.

Hemos dejado atrás la forma tradicional de elegir a los postulantes y hemos abierto las puertas a la participación plena y total de la gente y ahí radica la importancia de ejercer este derecho democrático y pronunciarse sobre el futuro de mi barrio, mi ciudad, mi comuna.

Creo firmemente que las elecciones municipales son las de mayor relevancia para los ciudadanos, ya que el municipio es la entidad pública que más cerca está de los problemas diarios y reales de los chilenos.

Estas primarias nos permitirán estar más cerca y desplegar un trabajo cara a cara entre la comunidad organizada y el partido. Ahora falta que la gente se entusiasme, ejerza su derecho y asista a votar.

Es muy fácil y cómodo desconfiar de todo y de todos, y por eso es imperdonable no aprovechar la oportunidad de influir y decidir quién nos va a representar.