Propuestas electorales sobre pueblos indígenas y nueva Constitución

A diferencia de otras campañas presidenciales, en el caso de los pueblos indígenas (PPII), en las candidaturas de Patricio Aylwin (1989), Eduardo Frei Ruiz-Tagle (1993), Ricardo Lagos (1999), Michelle Bachelet en su primera postulación (2005), Eduardo Frei Ruiz-Tagle (2009), Michelle Bachelet II (2013) y Alejandro Guillier (2017) las propuestas sobre PPII fueron planteadas ante el país sin otra consideración más que las que estaban disponibles políticamente.

Es decir, que su implementación dependía da varios factores, como la correlación parlamentaria ampliamente desventajosa en los inicios y primeros años de la transición democrática; y la propia capacidad y voluntad política de abordar las demandas históricas en medio de un complejo proceso de aprendizaje.

De hecho, en las negociaciones políticas entre 1990-1993 y hasta la aprobación de la histórica Ley Indígena 19.253, la Concertación y el gobierno no lograron mantener en el proyecto original el reconocimiento constitucional de los PPII y tuvieron que excluir la ratificación del Convenio 169 de la OIT, por las condiciones impuestas por las bancadas de derecha de no aprobar estas indicaciones. La ley excluyó el reconocimiento y el Convenio 169 pudo ser ratificado en marzo de 2008, 18 años después de un largo y extenuante trámite en el Congreso.

Y así, a lo largo de estos 31 años de democracia, muchas iniciativas que derivaron de las propuestas presidenciales de Aylwin, Frei, Lagos y Bachelet -principalmente- quedaron a disposición de las decisiones administrativas de los gobiernos. Entre otras cosas, la idea original de un Ministerio de Pueblos Indígenas nunca se ha concretado a pesar de proyectos de ley que aún descansan en el Parlamento. Adicionalmente, se debe tener en cuenta que la desinformación histórica acerca de la cultura y contribuciones de los PPII a la construcción del Estado, a pesar de la forma cómo han sido tratados, tampoco permeó a las fuerzas políticas de izquierda y centroizquierda de manera profunda y convincente.

Recién en estos últimos años, y con el avance del protagonismo autónomo de diversos liderazgos indígenas, el mundo progresista ha avanzado un poco más. En consecuencia, tampoco ha sido habitual contar con toda la cooperación necesaria y comprensión política de la izquierda y de la centroizquierda ante las demandas ancestrales de los PPII, y cada conquista de espacios políticos y algunos avances legislativos (ley del borde costero y otras) y normativos (creación de las áreas de desarrollo indígena, aun cuando sin suficiente respaldo del Estado), han sido fruto -finalmente- de un trabajoso esfuerzo de dirigentes, comunidades y movimientos indígenas.

En la actualidad, se sigue el derrotero habitual. La candidatura del señor Kast -a diferencia de candidaturas iniciales de la derecha entre 1989 y 2009- considera en su propuesta programática varias ideas en torno al tema indígena. Se señalan con un marcado acento desarrollista clásico rural y ciertas normas administrativas que se mezclan con un aumento de las prerrogativas sobre seguridad ciudadana y lo que se denomina como "la lucha contra la violencia rural", dejando entender que los PPII son un referente ante el cual hay que tener algún cuidado.

La propuesta presidencial de Gabriel Boric reúne componentes importantes de tratamiento de la problemática indígena, a los que se une un laborioso trabajo de iniciativas que fueron trabajadas por el ayllu indígena de Yasna Provoste. La candidata tuvo especial cuidado de marcar un poderoso acento en el tema indígena abogando por una inclusión justa y reparativa y firmó un importante compromiso en el Día Internacional de los PPII, el 9 de agosto en el centro ceremonial indígena de Peñalolén.

A pocos días de la elección presidencial en segunda vuelta, al parecer, está todavía en debate si el candidato de la izquierda suscribirá un nuevo compromiso político con los PPII como el Pacto de Nueva Imperial en 1989, que Aylwin firmó a pocos días de la elección presidencial propiamente tal.

Independientemente, lo nuevo en el actual período de campaña es que en paralelo está funcionando una Convención Constitucional que estudia y propondrá una nueva Constitución. Y esto, claramente, introduce un cambio medular en el abordaje de las políticas indígenas, pues resulta evidente apreciar que con 20 convencionales indígenas de todos los pueblos, con derecho a voz y voto, serán ellos los principales actores en todo lo que se refiere a saldar la deuda histórica principal no acometida antes: instalar en la Carta Magna el reconocimiento constitucional de los PPII, y esto implicará la suma de sus derechos ancestrales, políticos, sociales, económicos y culturales, lo que permitirá -por primera vez en 210 años de historia- que los PPII nunca más estén excluidos, marginados o maltratados por la institucionalidad jurídica de Chile, pues al estar incluidos como sujetos de derecho -de acuerdo al Convenio 169 y la Declaración internacional de los derechos indígenas de Naciones Unidas- los gobiernos, cualquiera sea su sello político, estarán obligados a actuar en consecuencia con dicho reconocimiento.

Por cierto, esto será más difícil con un gobierno de derecha, pero igualmente puede resultar complejo si un gobierno de sello progresista ralentiza el cumplimiento de nuevas normas constitucionales ahora proindígenas y no actúa en consecuencia.

Entonces, ¿cuál sería la validez de propuestas indígenas en una campaña presidencial? Nos permiten apreciar el grado de voluntad de quien gobierne Chile para implementar de verdad esas propuestas y que las mismas estén en sintonía con una Constitución intercultural y plurinacional. Como se dice habitualmente en política, cambia el clivaje.

Es decir, una nueva política indígena ya no dependerá tan solo de la voluntad política de los que gobiernen. Además, porque habrá pueblos indígenas y tribales expectantes y una sociedad que entiende que la paz y una justicia reparativa para tales pueblos dependerá también de proactividad efectiva del gobierno. Lo que nos lleva a reiterar nuevamente: para Chile y para los pueblos indígenas que no da lo mismo quien gobierne.

Desde Facebook:

Guía de uso: Este es un espacio de libertad y por ello te pedimos aprovecharlo, para que tu opinión forme parte del debate público que día a día se da en la red. Esperamos que tus comentarios se den en un ánimo de sana convivencia y respeto, y nos reservamos el derecho de eliminar el contenido que consideremos no apropiado