Regionalización a punto de dar el primer paso
La elección de los gobernadores regionales en 2020 se acerca, falta menos. Ha sido complejo ponerse de acuerdo respecto puntos como traspaso de las competencias que tendrán los gobiernos de las regiones y los mecanismos mediante los cuales haremos la entrega de las facultades que hoy tiene la autoridad central.
Pero se avanza, la Comisión Mixta ya se encuentra a poco de despejar un acuerdo definitivo, pese a algunas voces que insisten en criticar la medida. Ya despejamos asuntos cruciales como la duplicidad de cargos, un mecanismo que asegure mínima la coherencia entre las estrategias regionales y las políticas públicas nacionales. Así como la administración de los recursos o las inhabilidades que pesarán sobre los postulantes a los cargos.
Y no ha sido fácil. Uno de los temas más complejos es cómo vamos a constituir áreas de gestión que deben tener una coordinación muy estrecha con los ministerios sectoriales que son los que, en definitiva, llevan a cabo el desarrollo de los proyectos en regiones. Las adecuaciones que se requieren en materia de reglamentos, planos reguladores y otras áreas normativas han sido exhaustivamente tratadas en el Congreso. Ahora, es tiempo de dar luz verde definitiva.
De esta forma, estamos dando un paso relevante para la verdadera regionalización y la descentralización esperada: la elección de los gobernadores regionales y el traspaso de competencias de gestión en áreas como Vivienda, Transporte o Desarrollo Social, serán sin duda un tremendo aporte a mejorar los niveles de desarrollo de las regiones y de su gente.
Con ello tenemos el primer paso. Y por eso, quiero poner este punto sobre el tapete, porque conforme hemos visto, el traspaso completo en materia de toma de decisiones, está directamente ligado a la forma en que se construye el presupuesto nacional. Hoy, todo pasa por decisiones que se toman en el ministerio de Hacienda, Presidencia y el comité político de La Moneda. Y está bien, pues es ese el ordenamiento político que hoy tenemos.
No es una crítica, sino un planteamiento que me gustaría que se debatiera y se abriera a la discusión: abrir porcentajes o áreas presupuestarias que puedan ser priorizadas o definidas por las regiones. Es triste decirlo, pero el verdadero poder político, el verdadero poder de decisión es el de quien determina dónde se gasta y en qué se gastan los recursos de todos los chilenos.
Me parece que es razonable conversar sobre este tema y estudiar fórmulas que a futuro nos permitan generar nichos en los que las regiones tengan algo más de voz acerca de dónde destinar recursos para el desarrollo de obras públicas, instrumentos de desarrollo humano o tecnológico.
Después de todo, es en regiones donde mejor se sabe dónde aprieta el zapato.
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