Tres lecciones aprendidas en 2012

El enorme proceso pedagógico que vivimos cuatro años atrás, la noche del 30 de octubre de 2012 en Cerro Navia fue una fuente de aprendizaje difícil de igualar y sin duda clave para alcanzar la victoria en estas municipales, arrebatar al “paladín de Piñera” Luis Plaza,  la Municipalidad, reviste carácter épico.

Se logró derrotar a un verdadero caudillo local que a través de una práctica asistencialista buscaba mantener a una ciudadanía rehén de sus ayudas, regalías y premios, objeto de generar la sensación de “deuda” construida en el imaginario vecinal  que los motivará/obligará a pagar ese compromiso a través de un voto.

La Ley electoral que en búsqueda de mayor control y transparencia, limitó de tal manera la campaña municipal, que fortaleció la reelección de autoridades municipales, nunca fue tan difícil desbancar a un alcalde en ejercicio. La sensación de no campaña era palpable y por tanto motivar a una ciudadanía cada día más ajena a los proceso democráticos se convertía en un reto sin parangón.

Por otra parte se suele asumir que en comunas de bajos ingresos se legitima la corrupción y no se castiga a ediles formalizados ni condenados por corrupción: casos hay por montones. Al contrario, en Cerro Navia al igual como en Maipú ambos alcaldes pierden, siendo los que estuvieron públicamente más expuestos por el caso Basura que investiga la Fiscalía Regional Metropolitana Occidente y el Consejo de Defensa del Estado. Otros alcaldes como Olavarria en Colina no habría estado expuesto tan notoriamente y su vinculación fue más bien tardía en comparación a los demás.

La Democracia Cristiana en un acto no destacado por la misma entidad, menos por los medios sacrificó un Municipio en pos de levantar una imagen contraria a la corrupción. Muy por el contrario Chile Vamos y Renovación Nacional a pesar de su público compromiso previo de no llevar candidatos formalizados por corrupción  inscribe a Luis Plaza nuevamente; era imposible que la Derecha no apoyara la candidatura de tan estrecho colaborador y amigo personal de Sebastián Piñera, el doble estándar en su máxima expresión.

Si a esto asociamos que de los candidatos a concejales inscritos en las listas que apoyaban a los candidatos a alcaldes hubo sendos desmarques existiendo candidatos a concejales que no “aparecían en la foto” abrazados o al menos al lado de las cartas alcaldicias. Este desmarque afectó de mayor forma a Luis Plaza quedando huérfano desde el inicio.

1era lección 2012. Construir una alianza amplia y fraterna de distintas fuerzas de cambio. Clave en la victoria fue haber conformado un proyecto comunal amplio, que comenzó a esbozarse en noviembre de 2008, a través de la agrupación política social Cerro Navia Somos Todos, la cual como espacio de convergencia logró reunir miradas amplias con la convicción estratégica de cambiar Cerro Navia, el trabajo peramente a través de Escuelas de Dirigentes, operativos de salud, jurídicos y a través de la publicación de un boletín que se distribuía gratuitamente en la comuna lo que permitía un contacto y trabajo permanente.

Cabe destacar que 7 miembros de este colectivo se presentaron como candidatos a concejales en diferentes listas, uno de ellos David Urbina logró ser electo con la primera mayoría de los candidatos de centro izquierda. Establecer un espacio de trabajo colaborativo y convergente fue la primera lección aprendida.

2da lección 2012. Estrategia de campaña que distribuyera los recursos a lo largo y ancho de la misma. Durante el 2012 nuestra candidatura había desaparecido en las últimas dos semanas, además de no contar con recursos humanos y financieros mínimos para enfrentar una campaña. Esto fue resuelto con una estrategia progresiva que permitió respetar la ley y además distribuir adecuadamente los esfuerzos durante toda la campaña.

3era lección 2012. Defender la transparencia del acto electoral. A diferencia de la campaña anterior donde encontramos votos y existieron diferentes denuncias de fraude electoral ejercidos el mismo día de la votación, esta vez se ejercieron los más altos esfuerzos por contar con apoderados que cautelaran el proceso y que la voluntad de los ciudadanos fuera expresada en las urnas. Este trabajo y planificación al igual que los otros fueron claves.

En síntesis las tres lecciones aprendidas en 2012 nos mostraron que se necesitaba un equipo más amplio de sustentación de un proyecto comunal, donde se requería fortalecer una convergencia política con más actores; una estrategia de campaña de acuerdo a los tiempos electorales y distribución adecuada de recursos y por último la defensa de votos.

Esas lecciones bien aprendidas nos permitieron (a pesar de las dificultades prácticas que el mundo real conlleva) mejorar el trabajo, contando con más y mejores equipos de campaña, estableciendo un trabajo mancomunado con la Izquierda Ciudadana, el Movimiento Amplio Social y el Partido Radical, sumando al Partido Por la Democracia, al Partido Comunista y al Partido Socialista, desarrollando un proyecto de comuna suscrito ante Notario y estableciendo espacios de articulación de campaña con fraternidad y compañerismo.

Todo lo anterior con la presencia y apoyo del Senador Alejandro Guillier quién acompañó desde un inicio nuestra propuesta, agregó un elemento de reconocimiento invaluable.

Es decir, no hay mejor receta para el triunfo que la que proviene de una derrota electoral, pero no política, de esta manera lo que debemos hacer en cada comuna es analizar finamente los resultados, comprendiendo las particularidades y corrigiendo desde ya, los problemas de la práctica política.

Intentar corregir pocos meses antes de las próximas elecciones es no entender las enormes implicancias que esto significa en el desarrollo de nuestras comunidades.

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