Un gran Frente contra el poder buitre

En todas partes, por aquí y por allá, surgen y resurgen los movimientos conservadores, excluyentes, racistas y anti inmigrantes, como si el mundo ya no estuviera lo suficientemente jodido como para seguirlo jodiendo aún más. Pareciera ser que el tiempo-espacio se curvó y nos topamos con nosotros mismos como sociedad hace 50 o 60 años, cuando ni WhatsApp ni Facebook podían conectarnos con todas partes en solo segundos.

Pareciera que estamos en plena Guerra Fría y sus lógicas de terror y contra-terror que asolaron por todas partes, haciendo desaparecer ideales, valores y personas.

Las derechas mundiales se sacaron sin complicaciones la careta progresista, y hoy asisten al festín, como buitres, de los residuos de modernidad (siguiendo a Bauman) que van quedando a un costado del camino. Mastican con frenesí el odio a la diversidad y la inclusión ganando adeptos que, hay que decirlo, mediante la ignorancia bien manejada por los medios masivos de comunicación (al servicio del poder buitre), siguen sin entender mucho por qué, a líderes que los desprecian y sólo los ven como “N”. Un valor decimal. Un Cálculo.

El discurso simplista de construir un otro “peligroso” ha sido recurso más que recurrente en todas partes, incluso en nuestro país. Basta recordar que para la elección presidencial de 1964, uno de los medios al servicio del “poder buitre”, El Mercurio de Santiago, sacó a relucir toda su artillería en contra del entonces candidato Dr. Salvador Allende, a la postre Presidente de La República en 1970.

No pudieron, aún con todos lo dólares, el odio y sus medios de comunicación, frenar los cambios sociales, las transformaciones que eran defendidas por un pueblo movilizado. Sólo les quedó hacer uso de la violencia. Mediante el terror y el descaro desarmaron las conquistas sociales que venían siendo elaboradas desde hacía décadas.

Los mismos que defendieron ese terror y que le arrebataron al pueblo sus conquistas, hoy quieren hacernos creer que vienen “tiempos mejores”. Qué ironía, quienes desvalijaron bancos, ampararon la tortura y la desaparición (incluso de niños), hoy creen tener opción de gobernarnos.

A pesar de la tendencia mundial a la “derechización”, nuestro sur, el sur más al sur, ha demostrado en las últimas elecciones que esa tendencia, al menos en nuestro caso no cuenta.

El discurso de odio a lo diferente no les bastó, no fue suficiente. El miedo a la participación electoral (verdadero cuco para la derecha más retrógrada) no fue tal, y, aun no siendo lo óptimo, millones de personas acudieron a decir que quieren seguir por la senda de las transformaciones sociales, que no será como antaño, que no dejarán que grupos económicos se tomen el palacio de Gobierno como ocurrió en 1973 o el 2010.

La derecha no tiene ética para gobernar este país que ellos mismos, a punta de fusiles, destruyeron. La ciudadanía demostró tener claro que no quiere más subsidiaridad, ese discurso facilista de la derecha. Lo que quiere, es independencia económica, eso que el Presidente Salvador Allende entendía tan bien, y que, desgraciadamente, ni la propia izquierda de ese entonces entendió. Lo que requiere la ciudadanía hoy, y así lo reflejaron los resultados, es un Estado que vaya en la lógica de la equidad social. Eso está claro,

No son necesarias negociaciones entre un Frente Amplio que se percibe ganador y un Alejandro Guillier que es el llamado a ser el candidato de la centro-izquierda. Si el Frente Amplio entiende que el gobierno que viene es un gobierno de transición social y política, no dudará en dar su apoyo a Guillier. Además, es la ciudadanía y no el Frente Amplio quien tendrá la última palabra. Y es esa ciudadanía la que demostró no querer como presidente a un imputado.

El Frente Amplio, se sabe, llegó para quedarse. Pero debe entender y no repetir viejos errores, es un actor legítimo de nuestra realidad política, por lo que debe apoyar las transformaciones sociales que apunten a esa construcción de un Estado solidario, mismo Estado que la derecha (Kast lo ha dicho sin vergüenza alguna) quiere seguir reduciendo a su más mínima expresión.

Sólo la fuerza común de un gran Frente en contra de estos verdaderos buitres que quieren desvalijar, tal como lo hicieron durante largos y oscuros 17 años de dictadura, lo poco de público que va quedando.

La historia, como el tiempo, parece estar mostrando que es el tiempo de “los nadie”, esos que fueron derrotados en 1973 y que hoy, con nuevos rostros vienen a recuperar su sitial de conquistas sociales que han sido fruto de largas luchas.

Lo que hoy es el Frente Amplio, ayer lo representaban otros jóvenes con otros proyectos políticos que se sumaron a lograr afianzar los procesos sociales en contra del poder buitre de la derecha. Esa derecha que hoy se nos presenta con rostro de marketing bien producido, pero que sigue siendo la misma devoradora de ideales y de conquistas sociales.

Solo un Gran Frente en contra del poder buitre. Solo eso. Porque “…esta vez no se trata de cambiar un Presidente, será el pueblo quien construya un Chile bien diferente...”

Desde Facebook:

Guía de uso: Este es un espacio de libertad y por ello te pedimos aprovecharlo, para que tu opinión forme parte del debate público que día a día se da en la red. Esperamos que tus comentarios se den en un ánimo de sana convivencia y respeto, y nos reservamos el derecho de eliminar el contenido que consideremos no apropiado