Los Embajadores de los "Tiempos Mejores"

Con el nombramiento de Roberto Ampuero como Canciller, han surgido legitimas interrogantes sobre el nombramiento de los futuros Embajadores que ejecutarán la política exterior del Presidente Piñera.

Al respecto, hay tres elementos o requisitos fundamentales que debieran, a mi juicio, tenerse presente al momento de seleccionarlos.

Sería aconsejable que el 80% de los Embajadores designados provenga de la carrera diplomática, repitiéndose con ello la practica de su Gobierno anterior.

En segundo lugar, la costumbre al interior del Ministerio es que los Embajadores de carrera concluyen sus funciones a los 65 años. Con ello se permite una renovación en dichos cargos y se evita la permanencia de los denominados Embajadores vitalicios. Esta última figura ha provocado un notorio estancamiento del escalafón de mérito en los últimos años.

Además, urge que impere un ambiente o clima laboral de respeto y dignidad en Chile y el extranjero. Por ello, las denuncias fundadas en contra de Embajadores y altos funcionarios  acusados por maltrato, acoso laboral y sexual debieran ser un antecedente adicional y poderoso para seleccionar, mantener o remover a un Embajador.

El año pasado hubo serias y graves denuncias en contra de los Jefes de Misión de China, Francia, entre otras, informados por intermedio de la prensa y de Adica.

En esos casos se dio cuenta de situaciones donde los empleados fueron vejados en su dignidad profesional y humana, sin la adopción de medida alguna para impedir o mitigar esos acosos. Desgraciadamente primó la impunidad por sobre la justicia. Esto no puede repetirse, ya que no solo se lesionaron los derechos humanos de los afectados, sino que también se dañó la imagen internacional del país.

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