Legislación en peligro
La aprobación de la Cámara Baja, liderada por el diputado Raúl Soto, demuestra, una vez más, la docta ignorancia que se apoderó para quedarse en muchos de nuestros legisladores.
La propuesta descriteriada y populista de aprovecharse del sacramento de la penitencia para denunciar los abusos sexuales “contra menores, adolescentes y adultos vulnerables”, demuestra con meridiana claridad no entender nada de lo que hablan, utilizando además la actual coyuntura de descrédito que vive la iglesia Católica.
La ley que propone el honorable, asesta un golpe mortal en el corazón mismo de los fieles, alejándolos aún más de su opción creyente, violando y atentando contra la esperanza de los más pequeños, sencillos y abandonados.
Una ley injusta, tal como lo destaca Santo Tomás de Aquino, (Suma teológica 1-II-q. 96,2.4,c) “no obliga en el foro de la conciencia” y, por lo tanto, yo seré el primero en no cumplirla.
Gran peligro conlleva crear leyes cuando quienes han sido votados por la ciudadanía para esa tarea, no cuidan de conocer a fondo por expertos lo que desconocen absolutamente.
Ejemplo de lo anterior es que el Derecho Canónico prevé para distintas circunstancias fórmulas que ayuden a que el penitente coopere con la justicia.
Muy bueno sería poner un apartado en los libros de enseñanza primaria, los nombres de esos líderes, caracterizados por las “geniales propuestas” que visibilizaron su precario nivel de sabiduría, educación y el tibio amor por las leyes.
Puede ser una muy buena escuela para que los futuros electores eviten llevar a los escaños a este tipo de incualificados.
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