Bisturí en tiempos de crisis

Esteban Torres

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Más de 18 meses de pandemia hemos vivido y aún son muchas las preguntas sin responder con respecto a los diversos efectos médicos en pacientes que tuvieron Covid-19. La ciencia ha intentado dar respuestas que encaminen el ejercicio médico, pero las nuevas variantes, sus niveles de contagiosidad y las reacciones ante pacientes con diversas patologías de base o la variante edad complejizan el panorama enormemente, debiendo cada profesional de la salud tomar decisiones basadas en su experiencia y criterio previo a la emergencia.

Esta es la realidad que estamos viviendo los cirujanos de todas las especialidades al momento de decidir quién entra al quirófano. Los antecedentes que tenemos nos dicen que debemos esperar tres meses para tomar la decisión, pero las complicaciones aumentan.

Lamentablemente, ya manejamos antecedentes de que algunos de los pacientes que portaron el SARS-CoV-2 puedes generar reacciones inflamatorias persistentes luego de operarse, lo que ha generado un debate entre la comunidad médica y en mí la necesidad de hacer un llamado a no intervenir ni arriesgarse si no es de extrema necesidad.

La piel, la grasa y órganos vitales, como el hígado, pulmones y hasta el corazón, pueden generar una reacción inflamatoria persistente y no tenemos claro por cuánto tiempo. Ante este panorama, mi llamado es a ser cautos, pacientes y extremadamente éticos. Mi llamado es hacia los pacientes y colegas a evitar situaciones que puedan complejizar aún
más la contingencia caótica en la que estamos inmersos.

Momentos complejos requieren espíritus a la altura, que entiendan que hay un antes y un después prolongado con la llegada de la pandemia. El paciente siempre hablará desde el dolor y la necesidad de tratarse, pero nosotros debemos decidir desde la responsabilidad ética de encausar el destino de una vida humana.