Desafíos en Salud, recomendaciones a los presidenciales

Si los aspirantes a la Presidencia de la República ponen atención a las encuestas (lo cual de seguro es así, nos guste o no), deben saber que los problemas que los chilenos consideran más importantes de enfrentar son la delincuencia y la salud. Según la última encuesta del Centro de Estudios Públicos, la preocupación por la salud (43%) supera a Sueldos (31%) e incluso a Educación (36%). Por ello y obviamente desde un punto de vista muy subjetivo, me permito hacer algunas recomendaciones para los candidatos y sus respectivos comandos, a la hora de preparar sus respectivos programas presidenciales.

Refiérase a la equidad en el acceso a la salud. Incluso si Ud. es un libremercadista acérrimo reconocerá que, al menos como punto de partida, todos los chilenos tenemos derecho a acceder a un sistema de salud que otorgue una atención de calidad, sin importar si la persona nació en Vitacura o en Quirihue.

En Salud Pública, no basta con construir hospitales o consultorios. Hay que hacerlos funcionar bien, lo que es mucho más difícil que edificar e implica contratar recurso humano calificado, partiendo por los directivos. Ofrezca soluciones integrales, no sólo inmobiliarias.

Los problemas sanitarios de nuestro país cambian y lo seguirán haciendo, por el envejecimiento de la población, las migraciones y los hábitos de vida. Indique cómo vamos a enfrentar estos cambios, cómo va a capacitar y formar profesionales y técnicos, cómo reorientará recursos.

Los médicos no somos personas intrínsecamente malvados que abandonan la Salud Pública por falta de vocación. Piense qué incentivos debe haber para que un profesional que estudió diez años, siete de pregrado y al menos tres de especialización,  se quede a vivir junto a su familia y decidan proyectarse a largo plazo en una localidad lejos de la capital.

Busque soluciones creativas para la falta de recurso humano, no siempre es necesario salir a buscar por el mundo a un médico oncólogo. Podría ser incluso más barato que el colega viva en otra ciudad del país y viaje regularmente, con un equipo de profesionales. Lo hacen actualmente en áreas como la minería e incluso en el sector privado de salud y funciona bien.

Revise el fondo del endeudamiento de los hospitales y no asuma inmediatamente que sólo es un problema de gestión. Por ejemplo, calcule cuánto cuesta realmente (contando insumos, días cama y horas profesionales) una cirugía en el sistema público y cuánto le paga efectivamente FONASA al hospital.

El último consejo, ponerse metas concretas y medibles. No basta con que nos diga, “fortalecer la Salud Pública”. Queremos saber cómo lo hará, con qué recursos e idealmente de dónde va a salir el dinero.

Aunque no lo crea, el sistema de salud chileno ya es bastante eficiente, pues ha logrado una expectativa de vida similar a la de EEUU, con un gasto del 5% del PIB (versus 17% en el caso estadounidense). Enfrentar nuevos desafíos implica necesariamente invertir más.

Ojalá las propuestas programáticas de nuestros aspirantes a La Moneda incluyan compromisos reales y tangibles en salud. Los ciudadanos lo demandan y lo necesitan.

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