¿Qué podemos esperar en salud?
El traspaso de mando se acerca a pasos agigantados y ya conocemos quienes encabezarán cada ministerio. En salud ha sido anunciado el Dr. Emilio Santelices que tendrá como tarea liderar uno de los sectores más complejos, dado el gran número de actores que participan, las brechas actuales y los problemas que se arrastran hace años.
Aunque generalmente las brechas de especialistas y las listas de espera se roban las cámaras a la hora de hablar de salud, existe una discusión de fondo que podría ser trascendental en este Gobierno. La judicialización del sector ya se ha prolongado por 8 años sin solución desde que el Tribunal Constitucional declaró inconstitucionales las tablas de factores de riesgo de las Isapres, provocando que cada año se presenten decenas de miles de recursos de protección a la Corte de Apelación del país.
En el sector privado, dos han sido las comisiones presidenciales para abordar este tema, siendo la del actual Gobierno la que ha alcanzado una propuesta más integral.
Esta incluye un Fondo de Compensación inter Isapres, del cual el próximo ministro es partidario, sin embargo, hay que tomar los resguardos para que éste sea real, es decir, con atribuciones para mover y asignar recursos según el riesgo ajustado y tener cuentas corrientes propias.
La agenda de cambios en el sector privado podría complementarse con el fin de las preexistencias que constituyen un origen permanente de discriminación y un plan básico de salud, medidas que tensionan al ministerio con las aseguradoras privadas.
Ahora bien, sería un gran error centrar los esfuerzos exclusivamente en el sector de las Isapres, siendo que el 80% de la población está afiliada a Fonasa.
Se ha hablado de fortalecer el fondo público; sin embargo, es en la medida que se disminuyen las transferencias de recursos al sector privado, incluida la modalidad libre elección, que podrá robustecerse esta institución.
Actualmente muchas empresas tienen como modelo de negocio entregar prestaciones, que ya no se pueden realizar en los hospitales por la falta de especialistas, a un mayor costo. Esto fue denunciado por el ministro del anterior Gobierno de Piñera con una muy mala acogida por parte de los especialistas.
Otro frente de trabajo es la deuda hospitalaria que se ha incrementado sostenidamente producto, en parte, de la diferencia entre el arancel de referencia y el costo real que paga Fonasa a los centros públicos de salud.
El Gobierno ha sido constantemente criticado por la oposición, sin embargo avanzar en esta línea podría afectar considerablemente al fondo público al hacer más escasos los recursos con los que cuenta.
El Fondo Mancomunado propuesto en 2014 podría ser una solución a este problema, al solidarizar una parte de la cotización obligatoria entre los afiliados de Isapres y Fonasa, pero no va en la línea del próximo Gobierno.
Un punto crítico está en la modalidad de construcción hospitalaria que ya ha provocado la movilización de los gremios en el pasado. El nuevo ministro deberá preguntarse, ¿qué hacer cuando los profesionales que trabajan en los hospitales no están de acuerdo con la forma en que se construyen? Es una tensión que no se podrá esquivar en la próxima administración.
Finalmente, esperemos que la Atención Primaria de Salud no vuelva a ser la gran olvidada y no se confunda su rol que es la promoción y prevención con la resolutividad.
Su fortalecimiento debe estar acompañado de una mejor distribución del financiamiento per cápita, que permita mejorar las condiciones laborales para la permanencia de los funcionarios y mayores herramientas para desarrollar su labor.
En definitiva, este gobierno se arriesga a grandes tensiones con los actores de salud si promueve la agenda de reformas más compatibles con su pensamiento, pero también tienen una gran oportunidad de avanzar en un área en la cual su sector nunca ha sido fuerte y no debe ser ajeno a los posibles conflictos de interés de sus autoridades en la medida, que aumenten las transferencias al sector privado.
En fin, los próximos cuatro años están a la vuelta de la esquina.
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