El pueblo exasperado

Nace un nuevo “poder popular”.

La planta de Agrosuper en Freirina cerrada, después de los bloqueos de caminos que impidieron su funcionamiento habitual.

Una mujer de Huasco, levanta la mano victoriosa en la foto de un diario.

La vieja frase de la modernidad política, “el pueblo unido jamás será vencido”, renace desde las cenizas de un tiempo que jamás se ha ido, inundando nuestra fragmentada y convulsa posmodernidad.

(Y pagaron los cerdos, que eran inocentes, por falta de alimentos y agua. Se murieron de hambre).

Las mujeres estaban exasperadas y enrabiadas por el mal olor, por la contaminación insoportable del medioambiente.

Estaban preocupadas por su calidad de vida, las de su familia, y la de sus hijos.

La empresa aduce que estaban trabajando para reparar las fallas que originaban el problema desde diciembre del 2011, pero su esfuerzo no fue suficiente, ni bien comunicado, ni comprendido.

No tenía capital de confianzas con la comunidad.

Hace algunas semanas, un padre enfurecido por el ruido de las maquinarias que trabajaban en la tarde de un domingo en Providencia, que no dejaban dormir a su hija, logró el solo, con ella en brazos, detener las faenas, interfiriendo las labores, e increpando duramente a los que trabajaban.

“Las personas enfurecidas, (sin distinción de clases), defendiendo sus derechos vulnerados, jamás serán vencidas”.

Quizás la mezcla de esta frase con la anterior, podrían describir este nuevo fenómeno que emerge con fuerza en Chile y en el mundo.

Basta mirar lo sucedido en Aysén, las manifestaciones espontáneas por los retrasos de la locomoción colectiva en las mañanas, junto al movimiento estudiantil reactivado, sumado a lo de Grecia y España, para darse cuenta del renacer del movimiento social, o del nuevo despertar de la sociedad.

Estamos en presencia de un nuevo “poder popular”, fortalecido por las actuales redes sociales, lo que está readecuando el manejo y el juego del poder social, económico y político.

Si el modelo global económico, las empresas, y la política no lo entienden, difícilmente podrán adaptarse a estos signos de los tiempos.