Trenes: una política de Estado

La semana pasada, el Presidente Gabriel Boric tomó tren rumbo a la comuna de Rengo para visitarla y también para proponer sus medidas referentes a la política ferroviaria que, entre otras cosas, habilitaría estaciones en desuso o en franco mal estado, ¡una muy buena noticia!

Además, en un tono -propio del Mandatario- señaló que espera que "el próximo Gobierno que venga, sea del signo que sea, le dé continuidad a este nuevo impulso que le estamos dando a los trenes para Chile". Vale la pena mirar hacia atrás esta política pública, dado que viene de gobiernos anteriores.

El 16 de mayo de 2013, el Presidente Sebastián Piñera promovió el tren a Melipilla. Nueve años después se inauguran las primeras obras civiles de dicho proyecto, que en su segundo mandato ve la luz, después de varias postergaciones. Además, la continuidad de este proyecto, durante el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, permitió que el "Melitren" no sufriera inconvenientes o retrasos. Este tramo ferroviario, si todo sale bien, será inaugurado por quien ostente el poder entre los años 2025 y 2026 y beneficiará a 1,3 millones de personas.

El 17 de marzo de 2017, una radiante Presidenta Michelle Bachelet, junto a su plana de ministros relacionada a este proyecto público, inaugura el "Metrotren Nos". Este tramo ferroviario conecta a Estación Central con Nos, ubicado en la comuna de San Bernardo. El material rodante para operar consta de 16 trenes, adquiridos en el año 2012, dos de ellos fueron recibidos en enero de este año en el puerto de San Antonio. Según datos de Empresas de Ferrocarriles del Estado, en su primer año de funcionamiento el tramo Estación Central-Nos trasladó a cerca de ocho millones de pasajeros.

Dos años después, en septiembre de 2019, el Presidente Piñera anunció el programa de inversión ferroviaria "Chile sobre rieles", que actualmente es "Trenes para Chile", una iniciativa de inversión de más de 5.500 millones de dólares, cuyas obras se proyectan estén terminadas en el año 2027. Estas inversiones aumentarían la cantidad de líneas ferroviaria de 837 a más de 1.000 kilómetros y beneficiarían a las regiones de O'Higgins, del Bíoboi y de Ñuble, entre otras.

Como podemos observar, las administraciones pasadas nos muestran que las capacidades de los gobiernos -cuando se enfocan en objetivos claros y comunes- pueden trabajar para el beneficio de todos los chilenos, sin importar el color político. En este caso son los trenes, que acortan distancias, dan seguridad a sus pasajeros y aumentan capacidad de carga de manera masiva y sustentable.

Mirado de otra forma, en estos ejemplos son tres gobiernos los que trabajaron para que hoy -en uno de distinto color político que los anteriores- se vean luces de esos proyectos que nos acompañarán, en ejecución de obras e inauguraciones de estas, hasta el año 2027.

Es por eso que las palabras del Presidente Boric se pueden leer como una autoridad que -en esta materia- no ha obviado el trabajo realizado por el Presidente Sebastián Piñera y la Presidenta Michelle Bachelet. La señal es bien recibida por quienes creemos que ese es el espíritu que debe gobernar, uno de colaboración, reconocimiento y promoción de buenas políticas públicas que puedan mejorar la calidad de vida de todos nosotros. Por último, nuestro país pasaría a la vanguardia, ostentando el material ferroviario más moderno de América Latina, lo que siempre es una buena noticia.

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