Pekín busca que en dos años la manufactura avanzada, inteligente y verde cuente con un sistema financiero robusto que garantice crédito, capital y herramientas de innovación.
El Banco Popular de China, junto a otros seis organismos gubernamentales, anunció un paquete de directrices para reforzar el apoyo financiero a la nueva industrialización del país, con un horizonte clave en 2027.
El plan busca establecer un sistema sólido de financiamiento para la manufactura avanzada, inteligente y verde, garantizando que, a partir de ese año, las empresas del sector vean plenamente cubierta su demanda efectiva de crédito. Las autoridades proyectan un crecimiento sostenido tanto en volumen como en diversidad de emisiones de bonos corporativos, así como avances significativos en el financiamiento de capital.
Las directrices también contemplan optimizar las herramientas financieras para respaldar avances tecnológicos estratégicos, atraer fondos a largo plazo y fomentar un "capital paciente" que acelere la comercialización de logros científico-tecnológicos.
Otro de los ejes es fortalecer los servicios financieros a empresas clave para consolidar cadenas industriales más seguras y autosuficientes, al tiempo que se promueve la modernización de industrias tradicionales, la expansión de sectores emergentes y el diseño de industrias del futuro.
