China Hoy: Avance estable e innovación constante
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La evolución de la cooperación económica y comercial China-ALC.
Xinhua
Un puerto en Río de Janeiro, Brasil.
La evolución de la cooperación económica y comercial China-ALC.
Un puerto en Río de Janeiro, Brasil.
En los últimos 10 años, la cooperación económica y comercial entre China y América Latina y el Caribe (ALC) ha mantenido una estabilidad general y ha logrado una optimización estructural. Todo ello a pesar de que el entorno económico y comercial mundial sufre un grave impacto debido a la presencia de indicadores iterativos de saldo negativo como la crisis financiera mundial, el proteccionismo comercial, las consecuencias de la pandemia de COVID-19 y los conflictos geopolíticos.
Como respuesta, mediante el fortalecimiento de las sinergias a nivel multilateral, como es el caso de la Organización Mundial del Comercio (OMC), y a nivel regional, a través de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, China y los países de ALC también han proporcionado un entorno de desarrollo estable y una coordinación de políticas para el mercado por medio de los tratados de libre comercio (TLC) bilaterales. Esta herramienta ha apoyado firmemente el desarrollo sostenible de la cooperación económica y comercial.
En estos 10 años, China ha suscrito tratados de libre comercio con Nicaragua y Ecuador, ha optimizado sus TLC con Chile y Perú, y ha firmado un acuerdo de cosecha temprana con Honduras. El mercado ha respondido positivamente, las empresas han acelerado la asignación transfronteriza de diversos tipos de recursos bajo factores como la competencia y la cooperación, mientras que las actividades comerciales y la inversión han acelerado su optimización y modernización.
El comercio, que incluye principalmente el comercio de bienes y el comercio de servicios, es un elemento importante dentro de la cooperación económica y comercial de China con los 33 países de ALC. Su dinámica proporciona un apoyo importante para que ambas partes puedan aprovechar al máximo sus respectivas ventajas y satisfacer las demandas del mercado. De acuerdo con la base de datos Comtrade de las Naciones Unidas (UN Comtrade Database), durante el período 2013-2022, el comercio de bienes entre China y ALC mantuvo un desarrollo estable. Por su parte, el comercio de servicios proporcionó una condición importante para potenciar las ventajas comparativas de China y ALC.
En los últimos 10 años, el comercio entre China y ALC ha mostrado una clara tendencia al alza. Esto refleja, por un lado, que el comercio ha aumentado la satisfacción de la demanda del mercado en ambas direcciones y, por otra parte, que ha atraído a más empresas a participar en actividades lucrativas. Un informe de la Unión Europea muestra que el volumen comercial China-ALC se multiplicó unas 26 veces en los primeros 20 años de este siglo. De hecho, China se ha convertido en el segundo socio comercial de la región. En 2012, China importó de ALC productos por un valor de 126.370 millones de dólares y exportó a la región 133.110 millones de dólares. El valor total de las importaciones y exportaciones totalizó en 259.480 millones de dólares.
Durante los últimos 10 años, las exportaciones totales de China hacia ALC alcanzaron los 1,57 billones de dólares, y las importaciones desde ALC sumaron 1,53 billones de dólares. La expansión del comercio China-ALC ha potencializado buenos efectos económicos y sociales, no solo al aumentar el valor de sus respectivos y ventajosos recursos, sino también al contribuir al desarrollo y a la modernización industriales.
En tales circunstancias, el comercio China-ALC ha mantenido un equilibrio básico de importaciones y exportaciones, lo que indica que ambas partes han seguido ampliando el espacio comercial y han reducido las limitaciones del volumen comercial, impuestas por tipos comerciales relativamente homogéneos. Durante el período 2013-2022, la escala de importaciones y exportaciones entre China y los países de ALC fue relativamente comparable respecto al desequilibrio comercial. Y aunque el desequilibrio comercial fluctuó, tendió a volver al punto de equilibrio debido a la influencia de las industrias económicas y a las medidas políticas tomadas por ambas partes, lo que ha creado condiciones más favorables para el desarrollo sostenible de las relaciones económicas y comerciales China-ALC. Como se muestra en el Gráfico 1, durante 10 años de comercio con ALC, China registró un superávit en siete años y un déficit en tres años. Los cambios en el superávit y el déficit mostraron un patrón de evidente volatilidad.
La concentración por países en cuanto al comercio entre China y ALC es relativamente alta y tiende al aumento. De manera similar a 2013, en 2022 fueron Brasil, México y Chile los tres principales países de la región en términos de comercio de bienes con China.
Brasil es, sin duda, uno de los más importantes países comerciales de ALC. En 2022, las importaciones y exportaciones de Brasil representaron el 20,2 % y el 24,2 %, respectivamente, del total de todas las importaciones y exportaciones de los países latinoamericanos y caribeños. La comparación con el comercio bilateral entre China y ALC revela que la cuota del comercio entre China y Brasil es mucho mayor, lo que ilustra la importancia del comercio bilateral para que Brasil haga realidad su valor económico y social.
México, el único país de ALC situado geográficamente en América del Norte, mantiene amplios y profundos vínculos económicos con Estados Unidos. En los últimos 10 años, el volumen del comercio bilateral entre China y México, y su proporción dentro del comercio entre China y ALC, ha logrado un rápido crecimiento. Otros países cuyo comercio bilateral fue superior o igual al 1 % del comercio entre China y ALC en 2022 fueron Perú (7,8 %), Colombia (4,7 %), Argentina (4,4 %), Panamá (2,9 %), Ecuador (2,7 %), Uruguay (1,5 %), Guatemala (1,0 %) y la República Dominicana (1,0 %).
En los últimos 10 años, la inversión transnacional ha desempeñado un papel más importante como apoyo de las relaciones económicas y comerciales entre China y ALC, y en la promoción de la cooperación de la cadena industrial. Por un lado, el flujo de inversión de China hacia ALC sigue manteniendo un crecimiento constante. Por otro, las empresas latinoamericanas y caribeñas, con el fin de mejorar su competitividad en el mercado chino, también han comenzado a invertir en China, formando así un nuevo patrón de inversión bidireccional entre China y ALC que se refleja mutuamente.
Entre 2013 y 2022, la inversión de las empresas chinas en los países de ALC creció de forma sostenida, mientras que la inversión transnacional mundial recorría un período de ajuste más pronunciado. Se produjeron dos picos de inversión y un mínimo en 10 años, de los cuales el año con la mayor inversión fue el de 2016, momento en que las empresas chinas invirtieron 27.230 millones de dólares en ALC. La inversión de 2021 también alcanzó los 26.160 millones de dólares, mientras que la de 2019 fue de apenas 6390 millones de dólares.
En 2013, había 24 países de ALC donde las empresas chinas tenían flujos de inversión. Entre ellos, el centro financiero no extraterritorial con mayor volumen de inversión fue Ecuador (470 millones de dólares). En 2022, en el contexto de la evidente reestructuración de la cadena de suministro global y del impacto de la pandemia de COVID-19, el número de centros financieros no extraterritoriales con inversiones de más de 100 millones de dólares por parte de las empresas chinas disminuyó en uno solo.
Para promover la cooperación económica y comercial entre China y ALC, durante los próximos 10 años ambas partes deben reforzar las garantías institucionales y crear las condiciones para una mayor optimización del entorno comercial entre países, mediante la ampliación y mejora de la red de zonas de libre comercio, cumpliendo al mismo tiempo los requisitos del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio de la OMC.
En los próximos 10 años, la cooperación económica y comercial China-ALC no se limitará a la cooperación bilateral entre los países, sino que tendrá más en cuenta la sinergia regional y el desarrollo común. La sinergia regional entre los países latinoamericanos y caribeños no es una mera uniformidad, sino que se debe buscar un desarrollo diversificado e impulsado por objetivos comunes, de acuerdo con las características y necesidades de cada país.
