Los trabajos de remoción de tierra de la tumba de Pablo Neruda comenzaron este domingo en miras a la exhumación, mañana lunes, de los restos del poeta, procedimiento que busca aclarar si el Premio Nobel de Literatura murió por el cáncer que padecía o si fue envenenado por la dictadura de Pinochet.
Personal de la PDI, además del juez Mario Carroza y el director de Servicio Médico Legal, Patricio Bustos, se encuentran en Isla Negra, donde está la casa-museo en cuyo patio reposan los restos de Neruda junto a los de su tercera esposa, Matilde Urrutia.
"Esta diligencia es trascendental, es muy importante para establecer el objetivo que nosotros tenemos", dijo el juez Carroza, que investiga el posible asesinato del vate a raíz de una querella presentada por el Partido Comunista, en el que militaba el literato.
El director del SML, Patricio Bustos, explicó por su parte que los preparativos se centran en retirar toda la tierra que cubre la tumba con el fin de descubrir la lápida, sobre la cual se instaló una carpa protectora.
En ese lugar se convocó hoy al equipo que participará en la exhumación del cuerpo, y que está compuesto por cinco expertos del Servicio Médico Legal, cuatro peritos de la Universidad de Chile y cuatro especialistas internacionales.
Entre ellos están la toxicóloga estadounidense Ruth Winecker y tres españoles, el toxicólogo Guillermo Repetto, el cirujano Aurelio Luna y el médico forense Francisco Etxeberría, que también participó en 2011 en la exhumación del presidente chileno Salvador Allende.
Los pasos
Según confirmó Bustos, la diligencia de exhumación se realizará este lunes a partir de las 08:00 horas. En el procedimiento estarán presentes tres observadores internacionales, además del presidente del Partido Comunista (PC), Guillermo Teillier; el abogado querellante Eduardo Contreras; un sobrino del poeta, Rodolfo Reyes, y el antiguo chofer de Neruda, Manuel Araya, quien hizo la denuncia pública sobre el asesinato mediante inyección.
Después, los restos serán traslados a un laboratorio de antropología del SML en Santiago, que contará con vigilancia permanente y medidas de seguridad especiales, para someterlos a diversos análisis.
"Sabemos que se trata de un cadáver esqueletizado. Se van a extraer las osamentas para el análisis médico, antropológico y toxicológico", dijo el doctor Bustos. Los expertos establecerán un cronograma de trabajo que será remitido al juez con posterioridad.
Consultado sobre si será necesario enviar muestras para analizarlas en laboratorios extranjeros, el juez Carroza señaló que "no se va a escatimar ningún tipo de posibilidades".
Los exámenes buscan determinar si es cierta o no la versión oficial, según la cual el autor de "Los versos del capitán" falleció en la Clínica Santa María el 23 de septiembre de 1973, doce días después del golpe de Estado de Pinochet, por el cáncer de próstata que padecía.
Las dudas surgieron en 2011, cuando su antiguo chofer, Manuel Araya, defendió en una entrevista a una revista mexicana que Neruda había muerto por una inyección recibió ese mismo día.
Todos los testigos de la época coinciden en que recibió esa inyección, pero la clave está en saber si era un calmante, como se dijo entonces, o si contenía otro tipo de sustancias.
"Una vez planteada la duda en el tapete creo que es sumamente importante dilucidarla", sentenció hoy el juez Carroza.