Manuel Araya señaló a Cooperativa que el Premio Nobel tenía "mucho miedo" por su vida.
Señaló que está dispuesto a ir a tribunales y entregar su versión.
El ex chofer y asistente personal de Pablo Neruda, Manuel Araya, reafirmó su tesis sobre un asesinato del Premio Nobel e indicó que está disponible para entregar su versión ante la justicia.
"Estoy a disposición de todo lo que venga para adelante: no tengo temor porque yo tengo la verdad. Aquí no hay nadie más que tenga la verdad, porque soy el único, yo viví los últimos días con él", dijo a Lo Que Queda del Día.
Señaló que es "imposible" que el vate falleciera de un cáncer de próstata, que calificó como "controlado", y apuntó como causa de muerte una inyección que le colocaron en la Clínica Santa María el 23 de septiembre de 1973, cuando por primera vez se ausentaron él y Matilde Urrutia.
Relató que ambos se habían dirigido a Isla Negra a preparar el viaje que efectuarían a México el 24 de ese mes, por gestión del entonces mandatario Luis Echeverría.
En ese escenario, Araya señaló tajante que "a Pinochet no le convenía que Neruda que saliera del país", en alusión a un plan del poeta para buscar apoyo entre la intelectualidad internacional para lograr el retorno a la democracia en Chile.
Sostuvo que él, Matilde Urrutia y el propio Neruda tenían serios temores sobre algún intento de asesinato desde el golpe de Estado.
"El tenía miedo, tenía mucho miedo (...) si por eso nosotros no hallábamos cómo se fuera del país rápido, porque su seguridad corría peligro en cualquier minuto", indicó.
En alusión a los dichos de la Fundación Pablo Neruda, que desestimó su versión, Araya sostuvo que "esos señores no estuvieron en su momento cuando Neruda... nunca estuvieron con él".
"No voy a hacer más comentarios sobre ellos. Ellos harán los de ellos, pero lo que yo sé, lo que yo vi, ellos no lo vieron", finalizó.
