Entre mañana martes y el viernes se desarrollarán rondas de reuniones en el Servicio Médico Legal de los integrantes de equipo de peritos expertos encomendados para establecer si el Premio Nobel de Literatura 1971, Pablo Neruda, fue asesinado por la naciente dictadura.
El abogado Eduardo Contreras, querellante en la causa, comentó que la realización de estas reuniones será fundamental para definir los caminos que seguirá la investigación y, eventualmente, soicitar nuevos peritajes.
"Se trata de una reunión muy importante. Es el primer encuentro del panel internacional luego de la exhumación. Por lo tanto, es un panel muy importante, que va a permitir un primer análisis respecto a las muestras del examen toxicológico aplicado", dijo Contreras.
"Eventualmente de la reunión, que va a durar hasta el próximo viernes, puede surgir la inquietud -de hecho la parte querellante la tiene- de poder practicar nuevas pericias para buscar otras muestras, otras evidencias de microorganismos, de microbacterias que peudan haber influido también en la muerte de Neruda", indicó Contreras.
Los restos del cadáver de Neruda son examinados en paralelo en la Universidad de Carolina del Norte y el Servicio Externo de Ciencias y Técnicas Forenses de la Universidad de Murcia bajo la supervisión del médico español Aureliano Luna.
Carroza espera resultados este viernes
Este viernes el juez Carroza espera conocer los primeros resultados: "El viernes probablemente entreguen sus conclusiones".
Respecto a si los expertos tienen en su poder algunas conclusiones obtenidas en el extranjero, señaló que "entiendo que sí, deberían estar las de EE.UU. y las de España. Al menos ellos tienen la información, yo no la tengo, pero sí deberían dar esta información el viernes".
La identificación del cadáver de Neruda también está pendiente, luego que el abogado Contreras pidiera una prueba de ADN para que fuera irrefutable que los restos mortales examinados correspondieran al poeta, pericia que también se espera que se efectúe en EE.UU.
El caso
El poeta y diplomático murió en la Clínica Santa María el 23 de septiembre de 1973, pocos días después del golpe, supuestamente por un cáncer de próstata, según la versión oficial que se aceptó durante décadas.
La investigación del posible crimen se abrió tras una denuncia de Manuel Araya, antiguo chofer del vate, quien asegura que Neruda pudo ser asesinado mediante una inyección letal, lo que investiga el juez Mario Carroza, de la Corte de Apelaciones de Santiago, quien indicó que los expertos darán a conocer el viernes algunas de las primeras conclusiones de su trabajo.
Araya ha sostenido reiteradamente que a Neruda "se le inoculó una inyección el 23 de septiembre" y "si no le hubieran puesto esa inyección, Neruda no muere".
"Tenía que viajar el día 24 a México y el 23 se le inocula esta inyección y fallece seis horas después. Además, la coincidencia de que a mí me mandan a buscar un medicamento y me llevan detenido y dejan a Pablo Neruda solo. Hay evidencias suficientes de que Neruda fue asesinado", ha declarado en varias oportunidades el chofer.
En el examen de los restos participan cinco expertos del Servicio Médico Legal (SML), cuatro de la Universidad de Chile y cuatro extranjeros, la toxicóloga estadounidense Ruth Winecker y tres españoles, encabezados por Aureliano Luna.