"Los chilenos literalmente 'inundan' Argentina. Ni las tormentas de nieve de la cordillera de Los Andes, ni las cenizas del volcán Puyehue, ni las recomendaciones oficiales de vacunación contra la gripe A fueron excusas para que cerca de 15.000 aficionados de la selección hayan cruzado a Argentina para alentar al equipo de Claudio Borghi", destaca una nota publicada por diario El País de España.
Si a esos 15.000 hinchas cargados de banderas y bombos se le suman los pasajeros que han aterrizado tras la reanudación del tráfico aéreo y los 40.000 chilenos que residen regularmente en la región de Cuyo, no sorprende que la "marea roja" haya tomado por unos días el oeste argentino, donde Chile oficiará prácticamente como anfitrión (este lunes en San Juan, los días 8 y 12 en Mendoza) en sus partidos del grupo C contra México, Uruguay y Perú, respectivamente.
Atestadas de personas pese a la anunciada ola de frío polar, en las calles de Mendoza predominaba ya el sábado por la noche el color rojo de los hinchas nacionales. "Parece 2002", repetía con ironía Pablo al periódico hispano, dueño de un bar en la concurrida avenida Arístides Villanueva.
La prensa local tituló ayer que la afluencia de chilenos durante esta semana (más de 20.000 visitantes) igualaba el récord del verano de 2002, cuando los turistas del país vecino llegaban en masa a la capital del vino, meses después de la catástrofe económica argentina, tentados por las compras baratas y unos restaurantes con precios muy bajos
La tradicional rivalidad vecinal entre ambos países se atenúa en el terreno futbolístico por tres factores: la implacable superioridad rioplatense (Chile nunca ha ganado la Copa América; Argentina, catorce veces - la última en 1993); que su seleccionador, Claudio Borghi, es bonaerense; y sobre todo que el anterior seleccionador, Marcelo Bielsa, también argentino, es universalmente aclamado como el gran renovador del fútbol chileno y gozaba hace dos años de una popularidad similar a la de la ex presidenta Michelle Bachelet.
Por esto y por otros motivos más, Chile jugará como local en la fase grupal del certamen continental.