Tras el triunfo de los guaraníes en penales, futbolistas de ambos equipos se trenzaron a golpes.
Este jueves se conocerá el informe del árbitro mexicano Francisco Chacón.
Un empujón del arquero suplente de Venezuela, Leo Morales, al defensor paraguayo Paulo Da Silva desencadenó una serie de golpes y choques entre jugadores al finalizar la semifinal de Copa América que animaron ambas selecciones en el Estadio "Malvinas Argentinas" de Mendoza y que terminó a favor de los guaraníes por 5-3 en lanzamientos penales.
Los incidentes comenzaron cuando Da Silva, en pleno festejo tras consumarse la clasificación a la final del torneo, recibió un fuerte empujón de Morales al costado del campo de juego.
Ante la reacción inmediata de los paraguayos, el entrenador de Venezuela, César Farías, le dio un golpe de puño a un ayudante del cuerpo técnico de Gerardo Martino; y en la confusión posterior apenas si se divisó un enfrentamiento entre el llanero Nicolás Fedor, y el paraguayo Néstor Ortigoza.
El resto fueron golpes, patadas y la intervención de la policía para terminar con las peleas.
Este jueves se conocerá el informe del árbitro mexicano Francisco Chacón y se sabrá si caen sanciones sobre los jugadores de cara a los partidos del fin de semana: la final ante Uruguay, los paraguayos, el domingo; la pelea por el tercer puesto contra Perú, el sábado, en el caso de los venezolanos.
