Aprobada en enero recién pasada, la reforma previsional volvió a mostrar las diferencias entre los centros de pensamiento político que este lunes debatieron en El Primer Café sobre su implementación que recaerá en el próximo Gobierno.
Esta reforma incluye, entre otras medidas, un aumento gradual de cotizaciones obligatorias, la creación de un Seguro Social, un aumento de la Pensión Garantizada Universal (PGU), y beneficios específicos para mujeres y personas mayores.
La mayoría de las disposiciones comienzan a regir el 1 de abril de 2027, con excepciones específicas para ciertas medidas.
Frente a este escenario y en medio de la carrera presidencial, Tomás Leighton, de Rumbo Colectivo (Frente Amplio), afirmó que "en materia previsional, Jara y Mattei no plantean nada nuevo porque el desafío es implementar bien una reforma que ya es producto de un acuerdo político".
"Kast, en cambio, propone terminar con el aporte de los trabajadores al seguro social, lo que dejaría sin financiamiento directo los cambios que aumentan las pensiones", afirmó.
Leighton agregó que la postura de Kast implica "retroceder en un debate que fue fruto de una gran demanda social" y recordó que la reforma solo fue posible gracias al acuerdo político alcanzado con parlamentarios de Chile Vamos, pese a que Mattei evitó participar. "Ese momento mostró lo enclenque de su liderazgo", señaló.
El director de Ideas Republicanas, Patricio Dussaillant, defendió la postura de Kast y sostuvo que su propuesta busca evitar que "los trabajadores le presten dinero al Estado para un fondo que podría no devolverse". A su juicio, el financiamiento debería provenir de otras vías, como el crecimiento económico o reasignación de recursos.
Luis Ruz, de Democracia y Comunidad y consejero nacional de la DC, advirtió que la propuesta republicana "pone en riesgo inmediato la mejora de pensiones de más de un millón de personas".
Asimismo cuestionó su viabilidad fiscal enfatizando que "el Estado no tiene hoy capacidad para reemplazar esos recursos".