La cantante mexicana arriesgaba hasta un año de cárcel por un accidente de auto.
Aún está pendiente el resultado de una demanda en Miami.
Paulina Rubio llegó a acuerdo con la fiscalía de Miami para evitar un juicio que enfrentaba por desacato a las autoridades policiales y alteración del orden público.
La cantante se comprometió a realizar una donación de 500 dólares (más de 234 mil pesos chilenos) a una entidad caritativa y realizar un curso de manejo de cuatro horas por internet.
El caso deriva de un incidente del 25 de junio, cuando la artista chocó su BMW contra otro automóvil en las inmediaciones del barrio de la Pequeña Habana, cerca del centro de la ciudad.
Al llegar la policía, Paulina Rubio estaba parada al lado de su vehículo y se negó a caminar hasta otro lugar más seguro para mostrarle al agente su licencia de conducir, el registro del vehículo y la póliza de seguro.
Rubio volvió a subirse a su auto para buscar la documentación requerida, pero en lugar de caminar hacia la acera -como le había indicado el policía- comenzó a hacer numerosas llamadas telefónicas desde su celular y a gritar que no saldría del auto, de acuerdo con el informe policial.
Después de algunas advertencias, el policía la condujo esposada a un cuartel, al negarse a ir por voluntad propia. Tras pasar una hora detenida y ofrecer disculpas, fue liberada ya que debía darle pecho a su bebé de seis meses.
Paulina Rubio arriesgaba hasta un año de cárcel en caso de ir a juicio y ser encontrada culpable.
La llamada "Chica dorada" también enfrenta en Miami una demanda de un empresario colombiano que la acusa de incumplimiento de contrato por no haber participado en un concierto en Tunja.
