La creadora de "Maldita Farándula" y la mediática se acusan mutuamente de campañas de desprestigio, amenazas y vulneración de su vida privada.
El conflicto entre Natalia Casas-Cordero, creadora del sitio "Maldita Farándula", y la mediática Naya Fácil escaló a tribunales, con acusaciones mutuas de hostigamiento, difamación y amenazas; pues ambas partes presentaron acciones legales, y el juicio por injurias graves se iniciará el 8 de julio.
La exreina de Viña del Mar denunció en el programa "Primer Plano" (CHV) que Casas-Cordero la hostiga desde 2021, y afirmó que a través de un grupo -vinculado a la periodista- en la aplicación Telegram se habría facilitado el robo de su vehículo: "Alguien de este grupo sacó fotos afuera de mi casa. Días después, me robaron el jeep. Todo calza".
"El primer año comenzó el show de redes sociales. El segundo año comenzó a investigar a mis cercanos. Quién se juntaba conmigo, los certificados de nacimientos de mi familia, mis papás, dónde trabajan mis papás. Ella publica '¿Quiénes son los padres?'; 'si alguien los conoce, mándenme su nombre'", relató Naya, cuyo nombre real es Nayadeth Neculhue.
"Temo por mi vida. Si me llega a pasar algo...", dijo en el programa la polémica figura de redes sociales, debido a los hostigamientos constantes de los que acusa a Casas-Cordero: "Ella dice que yo me hago la víctima, pero ¿quién viviría con alguien que te hostiga así día a día?", cerró.
Por su parte, la aludida rechazó las acusaciones: "Yo no la conocía en 2021. Yo sabía que en Instagram había una niña que comía ca... que se metía Frugelés por no sé dónde". Esto coincide con el testimonio de la influencer, quien alega que Natalia busca perjudicarla con frases como llamar "cacalines" a sus seguidores, a quienes ella llama "facilines", o comentar sobre su físico.
Además, responsabilizó a Neculhue por exponer a su hija adolescente, lo que la obligó a cambiar de ciudad y colegio. "Mi hija temía por su vida. Recibió amenazas de sus seguidores ('facilines')", insistiendo en que las pruebas presentadas en tribunales respaldan su querella por injurias graves.
