Alrededor de 380 haitianos indocumentados viajaban este viernes a la frontera para retornar a su país de manera voluntaria, tras permanecer durante varios años en una comunidad cercana a la turística zona de Bávaro y Punta Cana que fue desalojada por completo por las autoridades de República Dominicana.
La barriada de Mata Mosquito, en la que convivían dominicanos y haitianos, fue objeto el martes y el miércoles de una dura acción de organismos migratorios y militares, que echaron abajo todas sus edificaciones, la mayoría de ellas compuestas por casuchas de zinc y madera.
El activista dominicano de derechos humanos Santiago Molina dijo a la agencia de noticias EFE que el desalojo se ejecutó sin una orden judicial, aunque destacó que a los desplazados se les permitió rescatar sus pertenencias.
"No se notificó a nadie: de un momento a otro llegaron (autoridades de Migración y militares) a desalojar haitianos y algunos dominicanos de una manera arbitraria, ilegítima, aunque no se produjeron incidentes", dijo.
Molina es uno de los organizadores del retorno a Haití de los indocumentados a través de autobuses que, explicó, fueron arrendados por la Embajada de Haití en Santo Domingo.
"Cueva de delincuentes"
El activista dijo desconocer el destino de otros haitianos desplazados tras la demolición de sus casuchas por máquinas pesadas. Estimó que en lugar residían unas 400 familias.
"Los militares, policías y agentes de migración permanecen en la zona para evitar que vuelvan los asentamientos", precisó.
Apuntó que no es cierto que Mata Mosquito fuese una "cueva de delincuentes", como se diseminó "falsamente" en redes sociales y en otros medios, y aseguró que en el lugar convivían "pacíficamente" haitianos y dominicanos.
El 30 de marzo pasado, una organización nacionalista encabezó una marcha al sector de Hoyo de Friusa, contiguo a Mata Mosquito, para denunciar la "masiva" presencia de haitianos indocumentados.
La marcha concluyó con incidentes entre la policía y manifestantes, pues algunas personas intentaron, precisamente, llegar hasta Mata Mosquito, y el permiso de las autoridades no lo contemplaba.
El Gobierno dominicano dio inicio, en octubre pasado, a un amplio operativo de deportación de haitianos indocumentados, y el lunes de esta semana comenzó a detener a las parturientas haitianas que acuden a los hospitales dominicanos, una acción criticada por las Naciones Unidas y Amnistía Internacional, así como por el Gobierno haitiano.
"A Amnistía Internacional yo le respondo que vaya a trabajar en Haití", contestó el presidente dominicano, Luis Abinader.