El traslado a La Haya del expresidente de Filipinas Rodrigo Duterte, después de que fuera detenido tras una orden de arresto por crímenes contra la humanidad, sigue al de otros mandatarios juzgados por este tribunal.
Duterte está acusado del crimen de lesa humanidad de asesinato durante su "campaña contra las drogas" de 2011 a 2019 en Filipinas, con una política de exterminio de criminales según la Corte Penal Internacional (CPI), y aunque ese último año retiró a su país del Estatuto de Roma, el tratado fundacional del tribunal, esa decisión no afecta a la jurisdicción de la corte sobre crímenes cometidos anteriormente.
El expresidente de Serbia, Slobodan Milosevic, se convirtió en el primer jefe de Estado europeo en ser acusado de genocidio y crímenes de guerra.
Detenido en 2001 por orden del primer ministro serbio Zoran Djindjic, había recibido tres acusaciones, dos por crímenes cometidos en Kosovo y Croacia y otra por genocidio en Bosnia durante la guerra en la antigua Yugoslavia en los años noventa.
Trasladado a una prisión neerlandesa el juicio contra Milosevic comenzó en febrero de 2002 en La Haya. La visita fue suspendida en numerosas ocasiones debido a los problemas de salud del expresidente serbio, quien falleció el 11 de marzo de 2006 en la prisión de Scheveningen (Países Bajos).
Líderes africanos
El exjefe de Estado de Costa de Marfil Laurent Gbagbo (2000-2011) fue detenido y extraditado a La Haya en 2011. La CPI lo juzgó por asesinato, violación, otros actos inhumanos y persecución cometidos entre 2010 y 2011.
En enero de 2019 Gbagbo fue absuelto en primera instancia y en marzo de 2021 la CPI ratificó su absolución, lo que puso final al primer juicio en este tribunal contra un jefe de Estado.
El 26 de abril de 2012 el Tribunal Especial de Sierra Leona (TESL) declaró a Charles Taylor, presidente de Liberia entre 1997 y 2003, culpable de crímenes de guerra y lesa humanidad, en un juicio celebrado en La Haya.
El tribunal consideró "responsable" a Taylor por ayudar y armar a los rebeldes de Sierra Leona a cambio de diamantes, con lo que se hizo cómplice de los crímenes de guerra y lesa humanidad cometidos durante la guerra, que causó unos 50.000 muertos.
La causa se remontaba a 2002 cuando, con el respaldo de la ONU, se estableció el Tribunal Especial de Sierra Leona para procesar a los responsables de violaciones de las leyes internacionales durante la guerra civil en ese país.
Detenciones pendientes
Actualmente hay tres mandatarios sobre los que pesan órdenes de detención de la CPI: el primer ministro israelí, Benjamín Nentayahu, por crímenes de guerra y contra la humanidad en Gaza; el presidente ruso, Vladímir Putin, por crímenes de guerra en Ucrania; y el expresidente de Sudán Omar al Bashir, por crímenes de lesa humanidad, de guerra y genocidio en Sudán.
La CPI juzga crímenes de genocidio, guerra, agresión y lesa humanidad y sus sentencias comprometen a los 125 países firmantes. Estados Unidos, Rusia, China, India, Israel, Cuba e Irak no reconocen su jurisdicción.