Custodiado por casi 2.000 seguidores armados con lanzas y escudos, el expresidente de Bolivia Evo Morales se atrinchera en el Trópico de Cochabamba para evitar ser capturado por un caso de trata agravada y desde su bastión sindical insiste en ser candidato, pese a una inhabilitación constitucional ratificada recientemente.
Los afines a Morales construyeron un fortín para proteger a su líder en la localidad de Lauca Ñ, en el centro del país, con vallas con estacas puntiagudas de madera, cierre de caminos y torres de vigilancia.
Además, personas duermen en tiendas de campaña cerca de la vivienda del exmandatario en lo que llaman 'La Vigilia', con lanzas de madera de dos metros, piedras y escudos artesanales en la mano por si algún "invasor" atenta contra su seguridad.
El exlíder del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) no sale de esa zona desde octubre de 2024, cuando se dio a conocer una orden de captura en su contra por trata de personas agravada por supuestamente haber mantenido una relación con una menor de edad con la que tuvo un hijo en 2016, cuando era presidente.