El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este miércoles una orden ejecutiva para imponer aranceles adicionales del 25 % a la India en represalia por la compra de petróleo ruso por parte de ese país, de manera que el gravamen total a las importaciones indias se eleva al 50 %.
De acuerdo con el texto, difundido por la Casa Blanca, el nuevo impuesto entrará en vigor dentro de 21 días, es decir, el 27 de agosto.
Anteriormente, la Administración Trump ya había impuesto un arancel del 25 % a las importaciones procedentes de la India, con el objetivo de reducir el déficit comercial bilateral.
Trump, quien lleva semanas frustrado por la negativa de su homólogo ruso, Vladímir Putin, de frenar los combates a Ucrania, anunció el lunes que aumentaría los aranceles a la India por comprar "cantidades masivas de petróleo ruso".
"No les importa cuántas personas en Ucrania estén siendo asesinadas por la maquinaria de guerra rusa", expresó en su plataforma de Truth Social.
La India, el tercer mayor importador de crudo del mundo, adoptó una postura neutral y pragmática en la guerra de Ucrania, y pasó de importar menos del 2 % de su petróleo desde Rusia a más de un tercio, convirtiendo a Moscú en su principal proveedor, aprovechando los descuentos ofrecidos por el Kremlin.
Trump dio el martes de la semana pasada un nuevo ultimátum de diez días al Kremlin para que declare una tregua en Ucrania, plazo que vencería este próximo viernes, cuando podría anunciar nuevas sanciones para Rusia.
India calificó de "injusta e irracional" la decisión
El Gobierno de la India calificó de "injustos, injustificados e irracionales" los nuevos aranceles anunciados por el presidente Trump y advirtió que "tomará todas las acciones necesarias" para proteger sus intereses.
"Es extremadamente desafortunado que EE.UU. elija imponer aranceles adicionales a la India por acciones que muchos otros países también están llevando a cabo en su propio interés nacional", señala la declaración oficial emitida por el vocero del Ministerio Asuntos Exteriores.
Esta respuesta se suma a una contraofensiva diplomática que Nueva Delhi ya lanzó el pasado lunes, cuando en una declaración más extensa, la India acusó a Occidente de "hipocresía", detallando su propio comercio con Rusia en sectores como el uranio o el gas.
La decisión de Trump de duplicar los aranceles es la culminación de meses de tensión que ponen a ambas potencias al borde de una guerra comercial. La crisis se gestó en abril, cuando Washington amenazó con "aranceles recíprocos", dando paso a semanas de intensas pero infructuosas negociaciones.
Al no lograrse un acuerdo, EE.UU. impuso un primer arancel del 25% el pasado 1 de agosto. La justificación oficial de la Casa Blanca fue el persistente déficit comercial con la India, que Washington atribuye al proteccionismo del país asiático.
Sin embargo, en los últimos días, el propio Trump amplió el argumento, vinculando explícitamente la presión arancelaria a la negativa de Nueva Delhi a reducir sus importaciones de crudo ruso, en un intento por aumentar la presión sobre el Kremlin por la guerra de Ucrania.
El Gobierno indio, por su parte, ha defendido en todo momento que su política energética responde a la "necesidad nacional" de garantizar energía asequible a sus 1.400 millones de habitantes.