Los legisladores de la Unión Liberal y del Centro (LCU) y del Partido Conservador (CP) salieron de la sala, justo en el momento en que Paksas recordaba un hecho histórico.
Alrededor de 30 diputados lituanos de la oposición abandonaron el hemiciclo mientras que el presidente Rolandas Paksas, contra el que se ha iniciado un proceso de destitución por su presunta relación con el crimen organizado, pronunciaba un discurso.
Mientras que Paksas recordaba el ataque soviético del 13 de enero de 1991 contra la televisión y el centro de prensa, que provocó catorce muertos justo después de la proclamación de la independencia de esta antigua república soviética, los opositores decidieron salir de la sala, para seguir el discurso desde el exterior de la sala.
"A los que vencimos el 13 de enero regresan", declaró Andrius Kubilius, jefe del grupo conservador, haciendo referencia implícita a Paksas. "Regresan por medio de dinero sucio en las elecciones, los servicios especiales y el cinismo lituano, con el fin de tener por todos los medios el poder", declaró Kubilius.
Esta protesta de los parlamentarios es el último hecho que marca el aislamiento progresivo del presidente. El escándalo estalló a finales de octubre pasado, meses antes de la adhesión de Lituania a la Unión Europea y a la OTAN, con la difusión de un informe de los servicios de seguridad interior, que presume la existencia de vínculos entre el gabinete de Paksas y el crimen organizado.
El Parlamento adoptó a continuación un informe que considera que el presidente se ha convertido en una amenaza para la seguridad nacional. Una comisión especial ha sido creada para poner en marcha el dispositivo de destitución del presidente y deberá recomendar, antes del 13 de febrero, si hace votar su destitución.
Paksas ha defendido en todo momento su inocencia y ha reiterado que no dimitirá pese a los llamamientos reiterados de las más importantes personalidades del país a que abandone el cargo. (Agencias)
